Archivo del Autor: David Coiduras León

De lo inevitable

Todos sabíamos que en algún momento tenía que llegar. Hicimos propuestas de lectura de cómic para las bibliotecas escolares de primaria y secundaria, pero siempre se quedó en el tintero una lista de recomendaciones para bachillerato. Se ha hecho de rogar, pero les presentamos al fin una relación de cincuenta y una obras pensadas para ser leídas en esa etapa educativa. Les advierto de que no se trata de un documento cerrado. Es fruto de debates en los que dolían como nunca los descartes. Con todo, el listado que ofrecemos a continuación tiene una amplitud de miras suficiente como para mostrar un panorama actual del noveno arte que puedan disfrutar por igual alumnado y docentes.

Hay autoras y autores; locales y foráneos; de humor gráfico, superhéroes, manga o cómic europeo. Hay cómics costumbristas y experimentales; biografías de artistas, científicos; pedazos de vida de los propios dibujantes e, incluso, vidas inventadas que (nos) explican la realidad. Hay clásicos asentados y apuestas personales. Pero, sobre todo, hay un poco de cada uno de nosotros en cada título.  

Ahí van…

  1. Autobiopsia, de Eduardo González (Idea)
  2. Lamia, de Rayco Pulido (Astiberri)
  3. Maus, de Art Spiegelman (Reservoir Gráfica)
  4. El arte de volar, de Antonio Altarriba y Kim (Norma)
  5. El ala rota, de Antonio Altarriba y Kim (Norma)
  6. Yo, asesino, de Antonio Altarriba y Keko (Norma)
  7. Todo Paracuellos, de Carlos Giménez (Debolsillo)
  8. Persépolis, de Marjane Satriapi (Reservoir Gráfica)
  9. Jamás tendré 20 años, de Jaime Martín (Norma)
  10. Los puentes de Moscú, de Alfonso Zapico (Astiberri)
  11. Picasso en la guerra civil, de Daniel Torres (Norma)
  12. Una posibilidad, de Cristina Durán y Miguel Ángel Giner (Astiberri)
  13. Historias del barrio, de Gabi Beltrán y Bartolomé Seguí (Astiberri)
  14. Los surcos del azar, de Paco Roca (Astiberri)
  15. Que no, que no me muero, de María Hernández y Javi de Castro (Modernito Books)
  16. Sócrates, de Joann Sfar y Christophe Blain (Fulgencio Pimentel)
  17. El solar, de Alfonso López (La Cúpula)
  18. María y yo, de Miguel Gallardo (Astiberri)
  19. Ofelia 1, de Julieta Arroquy (Diábolo)
  20. El árabe del futuro 1, de Riad Sattouf (Salamandra)
  21. Los ignorantes, de Étienne Davodeau (La Cúpula)
  22. No puedes besar a quien quieras, de Sandrine Revel y Marzena Sowa (La Cúpula)
  23. Problemas del primer mundo, de Laura Pacheco (Lumen)
  24. Quico Jubilata, de J. L. Martín (Sapristi)
  25. Tiempo de canicas, de Beto Hernandez (La Cúpula)
  26. Dentro de nada, de Juan Berrio (Astiberri).
  27. Palestina, de Joe Sacco (Planeta Cómic).
  28. Historias frías, de Jorge Zentner y Tha (Astiberri).
  29. Serie negra. Integral, de Jordi Bernet y Enrique Sánchez Abulí (Panini).
  30. Croqueta y empanadilla 1, de Ana Oncina (La Cúpula).
  31. No me dejes nunca, de Jason (Astiberri)
  32. Gemma Bovery, de Posy Simmonds (Sins entido)
  33. Piruetas, de Tillie Walden (La Cúpula)
  34. Sally Heathcote. Sufragista, de Mary M. Talbot, Kate Charlesworth y Bryan Talbot (La Cúpula)
  35. Feynman, de Jim Ottaviani y Leland Myrik (Norma)
  36. Corto Maltés. Equatoria, de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero (Norma)
  37. La anciana que nunca jugó al tenis y otros relatos que sientan bien, de varios dibujantes (con guion de Zidrou) (Norma)
  38. El ángelus, de Frank Giroud y Homs (Norma)
  39. 300, de Frank Miller (Norma)
  40. Black Hammer 1. Orígenes secretos, de Jeff Lemire y Dean Ormston (Astiberri)
  41. Superman. Hijo rojo, de Mark Millar y Dave Johnson (ECC)
  42. Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons (ECC)
  43. La Visión, de Tom King y Gabriel Hernández Walta (Panini)
  44. El bosque milenario, de Jiro Taniguchi (Ponent Mon)
  45. Solanin, de Inio Asano (Norma)
  46. El arte. Conversaciones imaginarias con mi madre, de Juanjo Sáez (Astiberri)
  47. Vincent, de Barbara Stok (Salamandra)
  48. Vidas paralelas, de Olivier Schrauwen (Fulgencio Pimentel)
  49. Röhner, de Max Baitinger (Fulgencio Pimentel)
  50. Blotch, de Blutch (La Cúpula)
  51. 1984, de Fido Nesti (novela G. Orwell) (Debolsillo)

Mirando hacia atrás con tiras

Tebeos con clase también disfrutó de su minuto de gloria (más bien veinte) en la reciente y exitosa edición virtual del Salón internacional del cómic y la ilustración de Tenerife. Dentro de los innumerables actos que congregó esta XVII entrega, la organización de Santa Cruz Cómic 2020 consideró interesante conocer un poco mejor nuestro proyecto y rememorar los diez años de funcionamiento de nuestro grupo de trabajo docente.

Desde aquí queremos agradecerles que hayan contado con nosotros y felicitarles por la riqueza e interés de las actividades, charlas y exposiciones que han conformado el lujoso programa de este año.

Además, queremos aprovechar esta entrada para celebrar el especial protagonismo de uno de los miembros del grupo, Julio Santamaría, que, también en el marco del Salón chicharrero, presentó su ya esencial libro sobre Blacksad. Un clásico instantáneo.




Humor gráfico en tiempos de coronavirus

Eneko

Esta entrada podría tener múltiples enfoques y va a acabar por no tener ninguno. Uno de los términos más usados en este entrañable año 2020 ha sido incertidumbre y, en coherencia, en esta nueva aportación a nuestro blog no vamos a cometer, ni mucho menos, la impertinencia de aportar certezas.

Salvo una: todo hubiera sido aún peor sin el humor gráfico. Los dibujantes y guionistas que aparecerán junto a estas líneas, y muchos otros que no estarán por motivos de espacio, han hecho bastante más digerible el trago de vernos inmersos, sin previo aviso, en semejante distopía.

Raquel Gu

Y es que el humor, y más concretamente el humor inteligente, ha demostrado también en estas lamentables circunstancias, poseer el alquímico atributo de convertir la basura en oro y el oro en basura. De arrojar más luz y serenidad sobre lo que nos está pasando que los ríos de tinta y palabrería que nos han decepcionado y aturdido. El buen humor gráfico ni polariza ni refuerza bandos y fronteras. Al contrario, creo que los difumina y desdibuja.

Mauro Entrialgo

Desde el punto de vista didáctico lo más sensato es que les remita a la magnífica entrada previa de David Coiduras en este mismo blog sobre el uso de viñetas políticas. La actividad allí sugerida sobre análisis y reflexión a partir de viñetas de prensa es perfectamente aplicable a los ejemplos que acompañan este texto y a otros muchos que han protagonizado una verdadera edad de oro del humor gráfico en tiempos de penuria.

La localización del tema, tesis y los argumentos empleados, así como la generación de una reflexión posterior sobre dichos elementos se me antojan actividades no solo potencialmente exitosas sino indispensables para confrontar al alumnado con una tipología comunicativa que con casi toda probabilidad no van a frecuentar por sí mismos.

JL Martín

Pero más allá de ese análisis funcional, me gustaría insistir en la relevancia del papel jugado por el humor gráfico durante lo que llevamos de pandemia. En su elegante forma de afrontar la perplejidad que nos paralizó a todos, de señalar nuestras contradicciones y miserias, de defender la libertad y el espíritu crítico frente a la polarización extrema y las disciplinas ideológicas. Ahí es nada.

Nuestra tesis, en fin, es que los viñetistas de la prensa y de las revistas de humor han sido y están siendo los mejores periodistas de opinión de esta edad oscura. ¿Podemos permitirnos no hacerlos visibles en nuestras aulas? ¿Tenemos alguna herramienta mejor y más efectiva para invitar a pensar sobre el tiempo que nos ha tocado vivir?

Max
Raquel Gu
Mauro Entrialgo
Gallego y Rey
Eneko
Padylla

Al respecto de este último autor no podemos dejar de recomendar la visita a la estupenda exposición Las viñetas de Padylla, enmarcada dentro del programa del Festival Santa Cruz Cómic, y que está teniendo lugar en estos días en la Sala de exposiciones del Parlamento de Canarias.

Joaquín Ayala

Sobre el cómic social y la escuela


Comenzaré esta entrada impugnando la falsa dicotomía entre entretenimiento y seriedad. Ni todo lo trascendente es aburrido ni todo lo liviano es necesariamente divertido: como casi siempre, entre el blanco y el negro existe una larga gama de grises. Digo esto porque se podría considerar materia descabellada siquiera sugerir el uso en el aula de un tebeo que aborde problemas sociales. El precepto de no introducir asuntos deprimentes en las vidas de un alumnado que ya tiene sus propios dificultades ha calado en la práctica docente más de lo que somos conscientes. Para problemas ya está la vida, se contraargumenta.

Sin embargo, debemos recordar que uno de los principales objetivos de nuestros centros educativos es contribuir de forma sustancial a la formación de una ciudadanía crítica y preparar, así, a los futuros ciudadanos y ciudadanas para que sean capaces de participar de forma activa en la vigilancia y construcción de un mundo mejor y más justo (algo que se antoja complicado si en nuestras clases no hacemos visibles las realidades incómodas que nos rodean).

Cambiar el mundo

Existe un tipo de creadores para los que la literatura puede y debe ser un lugar de denuncia de los males de la sociedad, que permite expresarse a los más desamparados y contribuye a transformar el mundo. Al concepto que engloba esta manera de pensar la literatura como acción se le ha denominado tradicionalmente literatura social.

Los vaivenes políticos, sociales y, por supuesto, económicos hacen que esta corriente literaria aparezca y desaparezca periódicamente del foco de la actualidad. Así, cada cierto tiempo, la literatura regresa a las vidas de los periféricos y los invisibles para devolverles a un primer plano, a pesar de las resistencias de aquellos que siguen entendiendo que la literatura es asunto demasiado elevado para mezclarse con el panfleto político, o que debe conducirnos más a la evasión que a la catarsis. En la literatura española contemporánea, interesantes autores como Isaac Rosa, Marta Sanz, Elvira Navarro o Pablo Gutiérrez, entre otros, han vuelto a introducir los conflictos sociales en sus libros.

Cómic social

 

 

 

 

 

 

La irrupción de la denominada novela gráfica también ha traído consigo el auge de un tipo de cómic que aborda aspectos sociales y problemáticas hasta entonces inéditas en la producción tebeística española. El éxito sin precedentes de dos obras esenciales publicadas en 2007, Arrugas, de Paco Roca (Astiberri) y María y yo, de Miguel Gallardo (Astiberri), abrieron las puertas a muchas otras que han recorrido esa senda hasta nuestros días.

El último hito en esta corriente ha sido la concesión del Premio Nacional del Cómic 2019 a El día 3, de Miguel Á. Giner Bou, Cristina Durán y Laura Ballester (Astiberri, 2018), en el que se relata el trágico accidente sufrido en el metro de Valencia el 3 de julio de 2006 y cómo, en aquel momento, los representantes políticos establecieron un blindaje gubernamental que obstaculizaba las investigaciones e intentaba imponer sobre la tragedia una densa capa de olvido, contra la que debieron luchar los afectados y sus familias durante años.

Entre esas dos fechas, son muchas las obras que se podrían mencionar en esa misma línea, pero me voy a limitar a dos cómics que tienen en común la participación de uno de los nombres anteriormente citados, Isaac Rosa, periodista y novelista nacido en 1974. Rosa es coautor, junto a Cristina Bueno, de Aquí vivió: Historia de un desahucio (Nube de Tinta, 2016) y prologuista de El mundo a tus pies, de Nadar (Astiberri, 2015).

 

 

 

 

 

En el primero, tal como indica su título, se aborda la plaga de los desahucios que ha asolado nuestro país desde la llegada de la crisis. Se trata de una novela gráfica que da testimonio de la destrucción de las clases medias y la perversa realidad construida por la burbuja inmobiliaria, pero que también nos adentra en los nuevos modelos de lucha ciudadana que surgen en contraposición y se enfrentan a las ejecuciones forzosas de los desahucios. Un escenario en el que los autores sabrán introducir con pericia diversas soluciones gráficas para ilustrar la convivencia diacrónica de pasado y presente en unos pisos que han sido testigos, por igual, de la ilusión y el drama.

El segundo tebeo, de título irónico, se ocupa de la generación perdida de jóvenes que, a pesar de su preparación y de las promesas con las que crecieron, se ven abocados a enfrentarse a una realidad que no cuenta con ellos: paro, precariedad y emigración forzosa serán las nuevas reglas del juego con las que deberá vérselas toda una generación para la que no ha habido ni soluciones políticas ni salidas.

En definitiva, nuestra propuesta es que, a través de estos u otros títulos, nos atrevamos a trabajar con nuestro alumnado, también mediante el cómic, ese despertar de la mirada crítica al mundo que nos rodea.

En ese sentido, hemos querido recopilar una serie de enlaces a pequeños cómics divulgativos sobre diversos aspectos sociales, entre los que destacan cuestiones como la perspectiva de género, los conflictos armados o los movimientos migratorios. Creemos que pueden ser ideales para trabajar en el aula en una pocas sesiones y sin necesidad de contar con un presupuesto específico, dado que todos ellos están actualmente disponibles en la red con carácter gratuito y algunos hasta vienen acompañados por su propias guías didácticas. Además del interés de los aspectos tratados, estos han sido creados por una estupenda nómina de autores y autoras del cómic patrio (con alguna incorporación foránea).

Si algún lector o lectora de esta entrada conoce otras propuestas similares que se nos hayan escapado, puede remitirnos los enlaces a través de los comentarios. Nos encantaría ir enriqueciendo esta selección con nuevas aportaciones. Gracias de antemano.

Joaquín Ayala

 

1. Puro Perú, Paco Roca, Ana Miralles, Núria Tamarit, Javier de Isusi y otros
La situación medioambiental del planeta, en la selva amazónica y en la sierra del Perú.

2. Pillada por ti, Cristina Durán y Miguel A. Giner Bou
Consecución de una sociedad libre de violencia contra la mujer. Defensa de los valores no discriminatorios, rechazo a estereotipos y la necesidad de respetar a la otra persona.

3. Esclavas, Alicia Palmer y Bosco Rey-Stolle
Lucha contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual.

4. Científicas. Pasado, presente y futuro, Raquel Gu
Ofrecer a las niñas y jóvenes referentes femeninos en el mundo de la ciencia para que este no les resulte ajeno por el mero hecho de ser mujeres.

5. Teresa Perales. Comics, David Aja, Purita Campos, Javier Olivares, Manel y Monteys, Calpurnio, Moderna de Pueblo, Luis Bustos, Miguel Ángel Martín, Liniers y otros.
Teresa Perales es una de las deportistas con más medallas en la historia de los Juegos Paralímpicos. Visibilizar el deporte de Personas con Discapacidad.

6. Gaza Amal, Susanna Martín
Gaza Amal es un cómic de la UNRWA (Agencia de las Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina) que rompe prejuicios y estereotipos sobre las mujeres de Gaza.

Como apoyo del proyecto Gaza-Amal, esta guía didáctica trabaja los Derechos Humanos y la Igualdad de Género a través de las historias de mujeres refugiadas de Palestina

7. Cuando cierro los ojos, recuerdo, Cristina Bueno
Trata, en clave de género, el viaje forzado de las personas refugiadas y la guerra de Siria.

8. Pasitos en la arena, Brice Reignier
La cuestión de la migración y, en particular, la protección de los niños en movilidad. Abordar las causas profundas de la migración irregular y el desplazamiento forzado. La protección de los niños en movilidad de conformidad con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.

9. El conflicto del Sahara en menos de 3000 palabras, Mauro Entrialgo
Este cómic pretende acercar de manera sencilla y resumida el conflicto del Sahara Occidental a adolescentes, jóvenes y personas adultas.

10. Imposible mirar para otro lado, Alfonzo Zapico
Varios relatos sobre la construcción de la paz a través de la sensibilización y la educación para el desarrollo. Conflictos armados.

11. Palestina. Un vistazo al pasado, una mirada al presente, Bernardo Vergara
Una aproximación al conflicto palestino- israelí, que permanece enquistado desde hace más de sesenta años.

12. ¿Qué es el comercio justo?, Iago Araujo
Una mirada al funcionamiento del mercado internacional de materias primas, a los impactos de las grandes superficies sobre la economía local, las tiendas de barrio, el campesinado y el medio ambiente. La alternativa del comercio justo y el consumo responsable.

Actualización: La guionista de Esclavas, Alicia Palmer, nos remite el enlace a otras dos cómics suyos que pueden descargarse en la página de los amigos de Tebeosfera, en el siguiente enlace: https://www.tebeosfera.com/colecciones/hombres_feministas_2017_cepaim.html

Muchísimas gracias por enriquecer esta entrada.

Uso de viñetas políticas para trabajar tema, tesis y posicionamiento en bachillerato

Cargando…

Cargando…

Cargando…

Cargando…

 

En el siguiente enlace encontrarán la actividad de la que se habla en esta entrada. Esta actividad se realizó en el IES Tegueste durante el primer trimestre del curso 2019/2020 en 2º de Bachillerato.

Actividad basada en viñetas para trabajar tema, tesis y posicionamiento en bachillerato (pdf).

También tienen aquí las dos páginas en formato editable:

Aprendiendo a narrar con imágenes

Durante mis bastantes años dando clase he probado en muchas ocasiones a que los alumnos dibujen un cómic.

El primer bloqueo surge con su valoración de lo que es un buen dibujo, motivo por el que muchos abandonan sus trazos al verse incapacitados para representar de forma realista el entorno. Como bien decía el ilustrador Puño en una charla, la pregunta no es ¿Cuándo empezaste a dibujar?, sino más bien ¿Cuándo dejaste de dibujar?, ya que todos los niños manifiestan su deseo de dejar su huella en un papel cuando no, directamente en la pared.

La labor del profesor estriba en hacerles ver que el cómic trata de conceptos y símbolos, no de realismo, y que un buen dibujo, al menos en el caso del cómic lo es cuando cumple los objetivos que se ha planteado su autor, lisa y llanamente. La falta de pericia es lo que les provoca inmovilismo. Yo procuro jugar con ellos al Pictionary, del  cual sacamos múltiples enseñanzas. Lo ideal es usar palabras no tangibles, conceptos tales como “repetir”, “empatar”-prohibiendo el uso de números-“divorcio”, “testigo”, “caos”, etc.

Les hablo de la metonimia, cómo usamos una chola con calcetín para representar la palabra guiri, o un volante para un coche.

También del  ruido. En muchas ocasiones el alumno se bloquea y al no tener más recursos para proporcionar información válida al resto de la clase se dedica a pintar un bigote al personaje, por ejemplo. Es entonces cuando hago hincapié en que, usando tan pocos elementos, cualquiera que introduzcamos es elevado a la categoría de crucial y si no aporta nada sino que despista es, simplemente, ruido.

Hablamos, a su vez, de la mayor ambigüedad del lenguaje visual frente al verbal, les hago pensar en otras maneras de representar la misma palabra que el que la ha realizado en la pizarra.

Otra conclusión que podemos sacar de este completísimo ejercicio es el uso simbólico de la imagen. Más de uno dirá que conoce a un guiri que no lleva cholas, pero yo recurriré a los pictogramas de aseos femeninos para demostrar que, aunque ninguna alumna lleve falda en ese instante en la clase, todos interpretan que esa puerta conduce al baño de las chicas, o que un agujero cuadrado con un arco de semicircunferencia encima es percibido antes como una madriguera de ratón que la real. ¿Cuántos ratones manejan el compás y la escuadra y el cartabón?

También cabe desarrollar la exageración de lo expresado gráficamente en aras de la claridad. Normalmente hacen tímidamente una boquita para una persona habladora o no relacionan dos figuras, poniéndolas de frente al espectador, con los brazos caídos.

Les pido que si los monigotes tienen que ver entre sí se toquen o miren, y que el personaje palicoso tenga una boca gigante y 20 bocadillos de texto alrededor.

Luego viene la madre del cordero. Plantear una historia. “No se me ocurre nada” o bien “Va Juan por la calle se encuentra a Ayram. Se saludan. Fin.”

No, no. Hay que plantear un conflicto. Un personaje quiere algo y equis se lo impide. Se resuelve de una forma inesperada.”Ah, ¡Ya sé! Ayram es abducido por los alienígenas. Se escapa. Fin”

“No, no.”

“¡Ya sé! ¡ Al final lo matan!”

Total, que habría que recurrir al uso de anécdotas. Para ellos, a esas edades, todo tiene una importacia crucial y un viaje a Disneylandia les parece la hostia, aunque no tenga ni planteamiento, ni nudo, ni desenlace.

Una idea que surgió de la colaboración con Eduardo González  fue barajar esas ideas en una bolsa y que, cual amigo invisible, ellos sacaran una ajena y trataran de narrarla. Si no funciona, al menos servirá para que se den cuenta de que sus compañeros no han escrito una historia, que no hay un conflicto y que nada avanza y desde luego, no tendrá el carácter emotivo de haberlas protagonizado en primera persona y esa distancia hará que traten de conferirles un nuevo interés.

Los cuentos infantiles funcionaron en una ocasión para 4º de la ESO.

Otras maneras de evitar esto son que cuenten un chiste. Aquí el peligro es que el chiste sea verbal y la omisión de la imagen derive en idéntico significado.

Si tapamos la imagen y leemos el texto, ambos chistes funcionan igual que con ella.

Si tapamos la imagen y leemos el texto, ambos chistes funcionan igual que con ella.

Por supuesto, los aguijoneamos u obligamos a que incluyan una tormenta de ideas con un número mínimo de palabras. Si les digo que 30, se les hace cuesta arriba, a pesar de haberla hecho sin mayor problema e identificando al menos 60 vocablos entre todos, en una relativa a “fútbol” o “peluquería”. Les explico que no lo vean como un trabajo, sino como el material -los ladrillos- con los que podrán edificar la historia; a mayor cantidad de ladrillos, más posibilidades. No cala, pero ayuda.

Deben colocar las palabras en columnas para verlas globalmente y relacionarlas fácil y visualmente. El final ha de ser lógico pero inesperado- les insisto.

En cuanto al miedo a la hora de representar la información se pueden encontrar principalmente dos, diametralmente opuestos: o el alumno sabe dibujar demasiado, con lo cual se luce olvidando lo primordial, esto es, la información a comunicar, e incluyendo cantidades industriales de ruido gráfico, o no sabe dibujar nada y poner un personaje de perfil  le resulta un mundo.

Para el primero podemos optar por simplificar usando las herramientas de Ivan Brunetti  en su libro Cartoooning , me refiero a dibujar el coche que conozcan en 5’ con la mayor cantidad de detalles que recuerden, hacer lo mismo en un segundo y tercer dibujos pero con 30“ y 10´´ respectivamente, con la instrucción obligatoria de terminarlo en ese lapso.

Para los segundos mucha gente opta por herramientas existentes en la web, pero que, a mi criterio, son un error. Estas son como cliparts, y estriba en ellas el peligro de que tengan información no deseada, tal como una postura que mola (un escorzo, por ejemplo, cuando en ese plano no sería pertintente) o una vestimenta inadecuada.

Los alumnos se podrían colocar en las posturas de los personajes y fotografiarse con el móvil, aunque el entorno real, plagado de detalles aleatorios , compite de nuevo con la información a transmitir, creando más y más ruido visual. El cómic trabaja con conceptos, la realidad rebosa ruido.

Otro recurso es escenificarlo mediante mímica, algo más próximo al lenguaje del cómic, en la que los alumnos sí estarán pendientes de qué información necesitan transmitir y la recrearán al no estar disponible en su alrededor inmediato.

Yo insisto en la idoneidad de los muñecos de palo, eso sí, con características distintivas que los hagan diferenciarse en el caso de ser deseable o imprescindible. Un bigote, un sombrero, o una camiseta de un color determinado pueden ser más que suficientes para este objetivo.

El uso de un guión gráfico y de unos bocetos se demostrará requisito sine qua non para la realización del cómic. ¡Cuántas veces no me habrán dicho aquello de “Y aquí va un ejército de mil mongoles con las armaduras centelleando al sol” y yo les habré dicho. “Vale, pues dibújalos.”

Cierto, un alumno de la ESO no se expresa así, nunca me lo han dicho, pero sí descripciones carentes de muchas decisiones relevantes, tales como el uso del plano, dónde van los bocadillos, qué elementos están en primer término, dónde van los negros, etc.

No solamente a todos estos inconvenientes se enfrenta el profesor que decide exponer a sus alumnos a la realización de un cómic. El uso de los distintos planos también será soslayado por parte de ellos. Tal y como Segar, autor de Popeye, lógica y sinceramente hiciera en la primera veintena del siglo XX , titulando su tira periodística como Timble Theater (algo así como teatro del dedal) los alumnos usarán solamente un plano general, deudor del que constamente los espectadores observan el teatro, en el que los personajes se moverán a derecha e izquierda. Si algún elemento es demasiado pequeño para ser subrayado o percibido con claridad en un primer plano se perderá en ese otro tan alejado, elegido por  los alumnos por simple y plana falta de costumbre o análisis. Por ello, pienso que sería adecuado obligar a los alumnos al uso de varios planos distintos del general en la narración de su historia.

Otra cuestión que podemos manejar es el orden de los planos. Un sano ejercicio es reordenar los planos de una página ya editada para conseguir que tenga un sentido, seguramente otro del planteado originalmente.

Muchas veces ignoran la información que están comunicando y la dan por sobreentendida, en un “Yo me entiendo” tan propio de ellos en el lenguaje hablado.

“Es que la madre…”-explican…

”¿Quién es la madre?”

”Esta”

”¿Y cómo lo sabemos? ¿Se ha visto o dicho antes?”

Antes que nada, el alumno habrá de colocar los bocadillos de texto, de manera que sean legibles (de izquierda a derecha y de arriba abajo) y se dará cuenta de que el personaje que primero hable debe estar colocado a la izquierda.

Otro ejercicio sanísimo es leer el cómic sin texto y ver qué se desprende de él. Podemos verbalizarlo, describiendo la acción.

Esta página de Yves Chaland es un magnífico ejemplo de ello, en la que prácticamente toda la información está dada mediante el dibujo.

 

 

No sé si todo esto servirá de algo. Hoy he puesto el ejercicio de crear una historia corta en un 2º de la ESO, asignatura de Prácticas comunicativas y creativas. He puesto un guión relativo a las posibilidades que tenían: Tormenta de ideas de un tema que les molara, uso de una anécdota personal, adaptación de un cuento infantil, adaptación de un chiste visual.

Nadie ha hecho nada, sólo el empollón ha escrito algo: “Estábamos tirando petardos cuando uno salió rodando calle abajo. Explotó junto a un coche de policía que pasaba justo por allí.” “Vale. ¿Y cómo acaba?” “Salimos corriendo y llegamos a casa.”

Álvaro Manzanero

Los tebeos en España hace unos cuantos años…

Muchos lectores de cómic y tebeos de la actualidad, ya maduras y maduros, se iniciaron en los años sesenta y setenta del siglo XX, en la cantera de las revistas semanales, que nunca faltaban en los quioscos, fieles al encuentro de los lectores. Cada siete días se podrían encontrar el TBO, por ejemplo, que dio nombre al resto de publicaciones en toda España, aunque en Canarias tuvimos denominaciones distintas. En la isla de Tenerife se llamaron “colorines”, al parecer, por el contraste que supuso la edición en color frente a las revistas en blanco y negro de los años cincuenta. En la de Gran Canaria fue más popular la denominación de “cuentos”.

Los años sesenta, acompañando a la tremenda subida de la natalidad en la época, llenaron las calles de niñas y niños con pocas diversiones: la propia calle para jugar con la pelota, a policías y ladrones, la cogida o el escondite; y la lectura en la casa, donde era muy raro que no se pudiesen encontrar ejemplares de las publicaciones de Bruguera, las más populares. La televisión del régimen solo tenía un canal y los niños eran expulsados muy pronto del salón, ya que muchas de las películas eran “para mayores”.

En cualquier estanco se encontraban DDT, DinDan, Pulgarcito, y posteriormente Mortadelo, TBO, Pumby, relatos ilustrados, sobre todo de Bruguera, una gran oferta. Los magníficos dibujantes de Bruguera de la época, Escobar, Vázquez, Cifré, Conti, Peñarroya, Segura, y después Ibáñez, llenaban las páginas de las revistas, además de la inclusión de series como El Capitán Trueno, de Víctor Mora, Jan Europa, o de la escuela franco-belga, Astérix, Michel Tanguy, Iznogud, Gastón Elgafe o Spirou.

Y en muchas zonas de las islas, los quioscos cambiaban por muy poco dinero o simplemente una por otra, la mayoría de estas revistas. Muchos compañeros y compañeras recuerdan leer esos tebeos procedentes del cambio en el estanco, lo que generaba una actividad muy grande. No solo se cambiaban tebeos, sino libros de bolsillo de Marcial Lafuente Estefanía o de Corín Tellado, muy populares también.

A partir de la crisis del petróleo de 1973 y de los cambios sociales que la dictadura franquista no pudo prever ni parar, también los tebeos decayeron y desaparecieron junto con muchos de los estancos y de la propia Editorial Bruguera.

Vicente José Escobio García

A vueltas con la literatura y el cómic

9788415979166

Un acontecimiento editorial, la publicación por la editorial Impedimenta de la traducción al castellano de la épica versión en cómic de las Vida y opiniones de Tristram Shandy, caballero, de Martin Rowson sobre el clásico literario Sterne, volvió a reavivar hace un par de años el siempre latente dilema de si las grandes obras literarias pueden y deben ser versionadas en cómic.

El caso que nos concierne es, además, particularmente significativo por cuanto la obra de Sterne, clásico indispensable dentro de la historia de la literatura, arrastra junto a obras del calibre de El Quijote, el Ulises de Joyce o En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, la fama de ser todas ellas inadaptables.

La sacrosanta condición que ha adquirido la literatura en nuestra época (posiblemente en contraste con el auge de sus parientes pobres de la cultura popular) hace que a menudo se confunda el justo prestigio de los clásicos con una fanática defensa ante cualquier contaminación que pudiera producir el acercamiento a ellos del cine o el cómic.

Tristram

Sin embargo, sospechamos que el propio Sterne se hubiera mostrado complacido por las dos magníficas adaptaciones de su criatura. Primero la estupenda película de Michael Winterbottom, y ahora la traducción al castellano de la versión en historieta que Martin Rowson ya había editado en el Reino Unido en 1996.

Ninguna de estas versiones pretende sustituir la lectura del original, ni tampoco se resignan a ser una especie de señuelo introductorio para atraer a legos al gran templo literario. Sencillamente se trata de obras plenas e independientes, capaces de producir su propio placer y beneficio.

Hasta que no entendamos esto, también en nuestras aulas y bibliotecas escolares, seguiremos reproduciendo este estéril debate que en la práctica está impidiendo que se generalice y consolide una práctica editorial que consideramos interesantísima. Desde hace una década, la editorial sm incluye en su catálogo escolar versiones de clásicos de la literatura castellana y universal en versiones de cómic. Entre ellos encontramos magníficas obras de autores de la historieta francobelga, como el Robinson Crusoe, de Christophe Gaultier o La isla del tesoro, de Frédéric Simon y David  Chauvel.

Entre los autores españoles queremos destacar a David Rubín, con obras de Bécquer y Shakespeare, y a Santiago García y Javier Olivares, con su versión de El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde. El primero de ellos es uno de los autores más relevantes del tebeo español, galardonado como Autor Revelación del Salón de Cómic de Barcelona 2006 y creador de obras esenciales como El héroe o Beowulf (otra adaptación literaria logradísima). Los segundos, a su vez, alcanzaron recientemente el doblete del Premio a la mejor obra española en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2015 y el Premio Nacional de Cómic 2015, ambos por su obra Las Meninas.

Tebeos con Clase en la Comic-Can 2015

Del 6 al 8 de noviembre se celebró en Las Palmas de Gran Canaria el VI Salón del Manga y la Comic-Can 2015, en las instalaciones de la Institución Ferial de Canarias.

Fue la primera vez que el manga y el resto del cómic participaban juntos, lo que originó que los mangakas temieran que se pudiera ver desplazado el tebeo japonés y toda la gran cantidad de satélites que conlleva, frente a los cómics europeos o americanos. Sin embargo, al disponer de pabellones separados y de un amplio espacio para moverse fuera de ellos, la idea de agrupar todo el cómic en una sola muestra ha sido un éxito.

expo

Alumnos visitando los paneles de Tebeos con Clase

La jornada del viernes 6 de noviembre se dedicó a la visita de los centros escolares de la isla, con la presencia de 1200 alumnas y alumnos, muchos ya en versión cosplay. Ese día se aprovechó para presentar al profesorado que pasaba por la exposición de los paneles de Tebeos con Clase, el proyecto y los materiales que tenían a su disposición. Esto representó una gran sorpresa para muchas profesores y profesores, ya que no conocían los paneles ni el resto del trabajo elaborado, al no haber sido presentado por los CEP´s de la isla a los centros escolares. La exposición de los paneles fue un éxito, siendo visitada y comentada favorablemente por alumnado y profesorado. El domingo 8, último día de exposición, Eduardo Serradilla, crítico y escritor especialista en cómics, nos comentó acerca del gran interés de Tebeos con Clase para su uso en el Plan Lector y en la formación de nuevos lectores con mayor espíritu crítico y miras hacia otros campos del conocimiento. La exposición fue muy bien valorada por la organización de la Comic-Can 2015 y por los autores presentes, como Griffo o Alberto Hernández. Para la ocasión se expusieron los paneles de Primaria y Secundaria, procedentes del CEP Las Palmas.

Durante los tres días, hubo concursos de Cosplay oriental y occidental, Karaoke, Coreografía y de Ilustración. Exposiciones de Videojuegos, Los comics de StarWars desde 1977 hasta 1999, dentro y fuera de nuestro país, Las dos espadas de Kenny Ruiz, Los héroes más poderosos de Marvel Comics, The Last of Us, Herederos del Imperio o el mundo del fandom a escala real, Dragonball… No, DragonFall, DC Cómics se va al cine, Uiverso Star Wars, dioramas Lego y la comentada de Tebeos con Clase.

DSC_1173

Alberto Hernández (de pie), Griffo, Kenny Ruíz y Rubén Candel

DSC_1185

Griffo firmando un ejemplar de Golden Dogs

Tampoco decepcionaron los invitados, Brendan McCaffrey, irlandés, ilustrador de juegos, juguetes y carteles, Herbie Cans, especialista en diseño de peronajes, canaria y una ilustradora a seguir, el conocido y admirado Javier Pulido, Werner Goelen, Griffo, residente en La Palma, muy cercano y gran conversador, los actores Anthony Forrest y Angus Macinnes, ambos de Stars Wars, muy amables con los aficionados en todo momento, estuvieron en la Comic-Can todo el tiempo conversando y sacándose fotos con los seguidores de las películas, Rafa Sandoval, dibujante de Marvel, ahora en Valiant Comics, Jordi Tarragona, el conocido autor del Legado de Prometeo, Rubén Candel, particpante en Malefic Time, con Luis Royo, entre otras autorías, Kenny Ruiz, profesor de Candel, autor del Misterio del Capitán Nemo, Ero Pinku (Verónica González), ilustradora, diseñadora y dibujante de comics. Ganadora de la VII edición del Concurso Internacional de Manga de NORMA Editorial (España) con la publicación del manga “Dae-Hyun y el caldero de monedas de oro”. José Gracia, ilustrador y fundador The Force, el primer y único magazine dedicado a Star Wars español. David Daza trabaja para el mercado americano en Stars Wars y otras series.

Con una asistencia cercana a las 20000 personas, todavía el Salón del Manga y la Comic-Can deben de pulir muchos fallos de organización, pero demuestra una buena salud y muchas ganas de ir programando la siguiente edición. Como todos los años, organiza la Asociación Cultural ECOLUCAN, que se dedica a la organización y gestión de actos relacionados con el mundo del Comic, el Cine y los Videojuegos.

Cleo Rodríguez y Vicente Escobio.

Paco Roca, Premio Nacional de Cómic, en noviembre en La Laguna

El Faro de Paco Roca (Editorial Astiberri)

Paco Roca participará en la nueva edición del Ciclo de Cultura y Vino Tacoronte-Acentejo que se desarrollará en este próximo mes de noviembre en la lagunera librería Lemus contando con la colaboración del Ayuntamiento de La Laguna. Concretamente, el encuentro con los lectores tendrá lugar los días 19 y 20 a partir de las 18h en el espacio cultural de dicha librería, donde en la segunda cita estará arropado por el prestigioso especialista en tebeos, Manuel Darias (Historieta, Diario de Avisos).

Paco Roca, es un reconocido autor nacional de tebeos y ganador entre otros del Premio Nacional de Cómic 2008 por su novela gráfica Arrugas, que posteriormente fue adaptada al cine y que por la misma también ganó dos Goyas, mejor guión adaptado y mejor película de animación en 2012. Comenzó editando sus historietas en la mítica revista El Víbora y en la actualidad publica historietas e ilustraciones en el periódico El País (Babelia) y la revista El País Semanal, así como en los diarios Las Provincias y el Corriere della Sera (Italia), entre otros. En formato novela gráfica también ha editado El juego lúgubre, Hijos de la Alhambra, El Faro, Emotional World Tour, Las calles de arena, El ángel de la retirada, El invierno del dibujante, Memorias de un hombre en pijama, Andanzas de un hombre en pijama y Los surcos del azar. Varias de estas obras han recibido prestigiosos premios en el mundo de las viñetas, tanto a nivel nacional como internacional. Ahora mismo en el “horno” está su nuevo tebeo que verá la luz en diciembre próximo: La casa.

Paco-Roca

Distintas aportaciones se pueden encontrar en la ya extensa obra del joven autor valenciano, que se mueve siempre bien documentado entre temáticas sociales, autobiográficas, costumbristas o centradas en la historia reciente de este país. Concretamente y mirando al aula, por un lado, tanto Arrugas (temática social sin tapujos centrada en la tercera juventud con la presencia de la enfermedad de Alzheimer) o El ángel de la retirada –con guión de Serguei Dounovetz– junto con Los surcos del azar (temática histórica de exilio y guerra) suponen interesantes títulos para tratar con los alumnos en busca de profundizar en valores al tiempo que sensibilizan sobre la realidad diaria que muchas veces observan en los informativos en sus hogares. Por otro lado, El invierno del dibujante es un delicioso fresco de la intrahistoria de los dibujantes de tebeos en la España de finales de los años cincuenta; nuevamente otro capítulo con el que Paco Roca acierta de lleno en el mercado nacional.

Animo a los lectores de este blog –alumnos, profesores y miembros de la comunidad educativa– a que se acerquen esos días a conocer a Paco Roca, disfrutarán de su arte en directo y pasarán una grata velada con las andanzas de este hombre en pijama, auténtico showman y líder indiscutible del movimiento de la novela gráfica en nuestro país.

Santiago Suárez