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Tebeos ecologistas y ecológicos

El cambio climático ha llegado a los tebeos. Y hay bastantes opciones para elegir, como se podía esperar de un mercado con mucha oferta, como es el del cómic.

La mayoría de los títulos tienen una sólida base científica y muchísimos datos, excesivos en muchos casos. Y todos son muy útiles para su uso en el aula, con muchas opciones para trabajar con ellos.

Empezamos con un fenómeno de ventas en Francia. El mundo sin fin, de Norma Editorial, del afamado autor francés Christophe Blain. Desarrolla los conceptos relacionados con la crisis energética, su influencia en el clima y las posibles opciones para evitar un colapso del modelo económico mundial. El libro es una larga conversación con Jean-Marc Jancovici, famoso ingeniero y consultor sobre energía francés. Entre los lectores se ha creado polémica con la postura de Jancovici acerca de la energía nuclear, que considera que Francia tiene un parque de centrales muy seguro y postula que no se cierre.

El Mundo sin Fin ha vendido en 2022 un total de 514.000 ejemplares en Francia, de acuerdo con la web especializada Livres Hebdo. Ha sido el libro más vendido en ese año en el país. Nada sorprendente, ya que en 2021 Astérix tras la huella del Grifo el último de la serie, vendió 1,5 millones de ejemplares en el país vecino, según los datos del Syndicat National de l’Édition. En España, Roma soy yo, de Santiago Posteguillo, de Ediciones B, fue el libro más vendido de 2022, atendiendo a los datos de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, con 180.000  ejemplares. Sin que sirva de comparación.

El Mundo sin Fin es un compendio de documentos y datos y deja en manos del lector las decisiones sobre los caminos a elegir. Es un tebeo duro, llenos de números. Muy útil para su uso en el aula por la profusión de referencias y ejemplos.

Cambio de Clima, Editorial errata naturae, del francés Philippe Squarzoni, es un libro de casi 500 páginas donde el autor despliega un inmenso corpus sobre los conocimientos que tenemos actualmente con respecto al clima y sus vicisitudes en este momento en el planeta. Muy bien editado, es interesante para el aula, ya que es una auténtica enciclopedia sobre el tema. Como tebeo es difícil de leer por la cantidad de números y tablas que presenta.  

De la misma editorial, ¿Pero qué pasa con el clima? del periodista Ole Mathismoen y la dibujante y guionista Jenny Jordahl, ambos noruegos, acerca los conceptos sobre el clima a las chicas y chicos de Primaria y primer año de la ESO.

Extinciones, del dibujante Alexandre Franc y el famoso biólogo francés Jean-Baptiste de Panafieu, editado por Garbuix Books, muestra de forma atractiva y amena el proceso de evolución de la vida y la desaparición de especies a través de la búsqueda de fósiles en el Ártico por parte de una expedición científica.

Darío Adanti, el autor argentino residente en España desde hace varios años, presenta El meteorito somos nosotros, de Astiberri. De forma agradable y didáctica, pero con profundidad científica, cuenta la historia del Universo y de la vida en la Tierra y las opciones a las que nos pueden llevar los problemas de desequilibrios climáticos y ecológicos de la actualidad.

Otra forma de abordar los problemas ecológicos nos la trae Algas verdes La Historia Prohibida,de los franceses Inès Léraud y Pierre Van Hove, editado por Astiberri. En este caso nos cuentan un problema ecológico ocurrido en algunas zonas de la Bretaña debido a los cambios producidos por las radicales transformaciones en la agricultura bretona al abandonar las prácticas tradicionales y pasar a cultivos extensivos, con un uso desmesurado de productos químicos, cambios que comenzaron después de la Segunda Guerra Mundial. A raíz de la muerte de tres personas y muchos animales no hace muchos años, comenzó el estudio del problema. Las grandes empresas químicas suministradoras de abonos y venenos y muchos ayuntamientos negaron, y niegan los hechos, aunque los estudios ponen de manifiesto la influencia de los nitratos en la proliferación de algas tóxicas en la costa. Un problema que se refleja en España en el Mar Menor.

La cuota de tebeo patrio la cumple El cambio climático Mortadelo y Filemón, del maestro Francisco Ibáñez, edición de Bruguera. El doctor Bacterio y sus inventos imposibles son la base de este tebeo, que cumple con el esquema clásico de Ibáñez de situaciones absurdas y resolución desastrosa de cada capítulo por parte de Mortadelo y Filemón. En este caso con la excusa del cambio climático.

Vicente Escobio

Colecciones de clásicos. De la adaptación al cómic como una de las bellas artes.

Los aficionados al tebeo estamos de enhorabuena. En un plazo breve de tiempo, se han asomado a las estanterías de las tiendas de cómics dos novedades del dúo formado por el guionista Santiago García y el dibujante Javier Olivares. Necesitan de pocas presentaciones. Ganadores del Premio Nacional de Cómic de 2015 con la imprescindible Las Meninas, redoblaron la apuesta por una historieta de calidad con La cólera (2020), original revisión de la guerra de Troya. Y sin embargo, puede que su trayectoria no hubiera sido la misma sin su primera obra larga: El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde (2009).

El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde (2009)

“Hacer este libro fue la manera que Santiago y yo encontramos de comprobar si funcionábamos bien trabajando en una historia completa”, nos cuenta Javier Olivares en las páginas extra (“Los archivos del Doctor Jekyll”) en la reedición de febrero de este año en la editorial Astiberri. La editorial vasca es la responsable también de la publicación hace un par de semanas de La guerra de los mundos. Se suma así a una tendencia que se está asentando en el mercado del cómic español (al rebufo, cómo no, del mercado franco-belga): la adaptación de clásicos literarios.

El fenómeno, de indudable interés didáctico, no es nuevo. Si deambulamos por las fronteras del cómic, la relación entre literatura e imagen se puede rastrear hasta los primeros siglos de nuestra era. Si lo que buscamos, en cambio, son verdaderas apuestas editoriales para crear colecciones que trasladen los clásicos de la literatura al cómic (como en el caso de García y Olivares), quizás no esté de más citar la colección estadounidense Classics Illustrated, capaz de perdurar en el tiempo desde 1941 hasta 1969. Más cercana en el espacio y el tiempo, nace en 2007 la colección Ex-Libris, de la editorial francesa Delcourt. Y un año después, en 2008, la editorial SM saca al mercado sus “Clásicos en cómic”, colección que incluyó el Jekyll y Hyde de García y Olivares. Pese a los precedentes que se acaban de nombrar, en la memoria del lector español (de cierta edad) estará instalada como referente fundamental la colección “Historias selección” de la editorial Bruguera (de finales de los años sesenta y setenta). Los títulos conseguían un peculiar matrimonio entre novela y cómic: No se trataba de clásicos ilustrados, sino que había una página de historieta por cada tres de su original literario. En el cómic, las imágenes narran (de hecho, tienen preeminencia sobre la palabra y puede darse el caso de que nos encontremos con cómics “mudos”). En el libro ilustrado, las imágenes son solo un adorno del texto. En muchas ocasiones, en el paso del ilustrar al narrar, las editoriales optan por simplificar tanto trama como dibujo. La extensión del cómic debe adaptarse a la del álbum franco-belga y el dibujo no salirse de la “línea clara” (el estilo del Tintin, de Hergé). Hay que alabar, pues, la decisión que tomó en su día SM de encargar las adaptaciones a autores no muy conocidos entonces y que hoy son ya nombres de referencia de la historieta de nuestro país: García y Olivares, David Rubín, Emma Ríos… (aunque es cierto que otra parte de la colección española se limitaba a publicar las versiones traducidas de los clásicos de Delcourt). El elogio no es solo por los elegidos, sino porque fueron capaces de aceptar que el trabajo de la adaptación recayera sobre dibujantes de diferentes estilos, como es el caso del expresionismo de Javier Olivares. Además, con buen criterio, permitieron que los autores pudieran exprimir las posibilidades creativas del medio sin que hubiera una imposición de fidelidad “literal” al original. Así, no sorprende que en El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde, ya desde el título, se nos advierta de que la historieta es “a partir de la novela de Robert Louis Stevenson”. De hecho, no coincide, por ejemplo, el narrador, pues casi todos los lectores saben ya de ese binomio Jekyll/Hyde que la última página, a modo de epílogo, se encarga de explicar como anverso y reverso de la personalidad humana. Y, como no podía ser de otra manera, La guerra de los mundos, está, según reza en la página del título, “inspirada en la novela de H.G. Wells”. No es un fiel reflejo de la misma, pero no seremos nosotros quienes desvelemos la sorpresiva vuelta de tuerca en el desarrollo de la trama y elección de protagonistas del cómic (por más que la revelación nos llegue en las primeras páginas). Le tocará a cada lector rendirse ante la propuesta visual y de guion de una obra de conocida trayectoria en cuanto adaptaciones: desde la más famosa, la adaptación radiofónica que hizo Orson Welles en 1938, la que consiguió provocar el pánico en los impresionables oyentes norteamericanos de la época, hasta la versión cinematográfica de Steven Spielberg (2005) (que no es la última de las adaptaciones al cine de esta novela).

La guerra de los mundos

Esperemos, pues, que esta entrada sirva como recomendación para llevar a las estanterías de las bibliotecas escolares los dos tebeos recién publicados por el tándem García-Olivares. Ambos, además, como se dijo, pueden ayudarnos a plantear debates interesantes a partir del diálogo entre original y adaptación y sobre las aportaciones que hacen los distintos medios a los que se trasvasa una obra. Frente a una abrumadora mayoría de muestra de largometrajes que adaptan obras literarias, el cómic va reclamando sin estridencias nuestra atención. A las viñetas se adaptan poemas (últimas obras de Laura Pérez Vernetti), novelas, teatro o, incluso, ensayos (Sapiens, de Yuval Noah Harari) y las editoriales no flaquean en la propuesta tebeística, ya sean grandes (Planeta, por ejemplo, con su reciente adaptación de Nada, de Carmen Laforet) o pequeñas (Nórdica Libros, con el Nebrija, de Agustín Comotto); ya estén pensando en un lector adulto o en el pequeño lector. Bang ediciones, sin ir más lejos, tiene su “Clasicómix. Colección clásicos revisitados”, en la que, curiosamente, se puede leer Jekyll & Hyde, en versión esta vez de Tyto Alba.

Terminamos, como siempre, animando a docentes y amantes de las viñetas a aportar al blog sus comentarios con recomendaciones sobre obras traídas al cómic desde otras artes y sobre los usos didácticos de las mismas.

Julio Santamaría

Javier Olivares

Javier Olivares visitará próximamente Tenerife para participar en el clásico encuentro Entre Viñas y Viñetas, organizado por la Denominación de Origen Tacoronte Acentejo. El autor realizará sesiones de firmas en la Librería Lemus de La Laguna los días 2 y 3 de junio y participará en una charla con Manuel Darias el propio viernes 3 de junio. Una oportunidad inmejorable para hacerse con alguno de sus últimos tebeos.

Sobre el cómic social y la escuela


Comenzaré esta entrada impugnando la falsa dicotomía entre entretenimiento y seriedad. Ni todo lo trascendente es aburrido ni todo lo liviano es necesariamente divertido: como casi siempre, entre el blanco y el negro existe una larga gama de grises. Digo esto porque se podría considerar materia descabellada siquiera sugerir el uso en el aula de un tebeo que aborde problemas sociales. El precepto de no introducir asuntos deprimentes en las vidas de un alumnado que ya tiene sus propios dificultades ha calado en la práctica docente más de lo que somos conscientes. Para problemas ya está la vida, se contraargumenta.

Sin embargo, debemos recordar que uno de los principales objetivos de nuestros centros educativos es contribuir de forma sustancial a la formación de una ciudadanía crítica y preparar, así, a los futuros ciudadanos y ciudadanas para que sean capaces de participar de forma activa en la vigilancia y construcción de un mundo mejor y más justo (algo que se antoja complicado si en nuestras clases no hacemos visibles las realidades incómodas que nos rodean).

Cambiar el mundo

Existe un tipo de creadores para los que la literatura puede y debe ser un lugar de denuncia de los males de la sociedad, que permite expresarse a los más desamparados y contribuye a transformar el mundo. Al concepto que engloba esta manera de pensar la literatura como acción se le ha denominado tradicionalmente literatura social.

Los vaivenes políticos, sociales y, por supuesto, económicos hacen que esta corriente literaria aparezca y desaparezca periódicamente del foco de la actualidad. Así, cada cierto tiempo, la literatura regresa a las vidas de los periféricos y los invisibles para devolverles a un primer plano, a pesar de las resistencias de aquellos que siguen entendiendo que la literatura es asunto demasiado elevado para mezclarse con el panfleto político, o que debe conducirnos más a la evasión que a la catarsis. En la literatura española contemporánea, interesantes autores como Isaac Rosa, Marta Sanz, Elvira Navarro o Pablo Gutiérrez, entre otros, han vuelto a introducir los conflictos sociales en sus libros.

Cómic social

 

 

 

 

 

 

La irrupción de la denominada novela gráfica también ha traído consigo el auge de un tipo de cómic que aborda aspectos sociales y problemáticas hasta entonces inéditas en la producción tebeística española. El éxito sin precedentes de dos obras esenciales publicadas en 2007, Arrugas, de Paco Roca (Astiberri) y María y yo, de Miguel Gallardo (Astiberri), abrieron las puertas a muchas otras que han recorrido esa senda hasta nuestros días.

El último hito en esta corriente ha sido la concesión del Premio Nacional del Cómic 2019 a El día 3, de Miguel Á. Giner Bou, Cristina Durán y Laura Ballester (Astiberri, 2018), en el que se relata el trágico accidente sufrido en el metro de Valencia el 3 de julio de 2006 y cómo, en aquel momento, los representantes políticos establecieron un blindaje gubernamental que obstaculizaba las investigaciones e intentaba imponer sobre la tragedia una densa capa de olvido, contra la que debieron luchar los afectados y sus familias durante años.

Entre esas dos fechas, son muchas las obras que se podrían mencionar en esa misma línea, pero me voy a limitar a dos cómics que tienen en común la participación de uno de los nombres anteriormente citados, Isaac Rosa, periodista y novelista nacido en 1974. Rosa es coautor, junto a Cristina Bueno, de Aquí vivió: Historia de un desahucio (Nube de Tinta, 2016) y prologuista de El mundo a tus pies, de Nadar (Astiberri, 2015).

 

 

 

 

 

En el primero, tal como indica su título, se aborda la plaga de los desahucios que ha asolado nuestro país desde la llegada de la crisis. Se trata de una novela gráfica que da testimonio de la destrucción de las clases medias y la perversa realidad construida por la burbuja inmobiliaria, pero que también nos adentra en los nuevos modelos de lucha ciudadana que surgen en contraposición y se enfrentan a las ejecuciones forzosas de los desahucios. Un escenario en el que los autores sabrán introducir con pericia diversas soluciones gráficas para ilustrar la convivencia diacrónica de pasado y presente en unos pisos que han sido testigos, por igual, de la ilusión y el drama.

El segundo tebeo, de título irónico, se ocupa de la generación perdida de jóvenes que, a pesar de su preparación y de las promesas con las que crecieron, se ven abocados a enfrentarse a una realidad que no cuenta con ellos: paro, precariedad y emigración forzosa serán las nuevas reglas del juego con las que deberá vérselas toda una generación para la que no ha habido ni soluciones políticas ni salidas.

En definitiva, nuestra propuesta es que, a través de estos u otros títulos, nos atrevamos a trabajar con nuestro alumnado, también mediante el cómic, ese despertar de la mirada crítica al mundo que nos rodea.

En ese sentido, hemos querido recopilar una serie de enlaces a pequeños cómics divulgativos sobre diversos aspectos sociales, entre los que destacan cuestiones como la perspectiva de género, los conflictos armados o los movimientos migratorios. Creemos que pueden ser ideales para trabajar en el aula en una pocas sesiones y sin necesidad de contar con un presupuesto específico, dado que todos ellos están actualmente disponibles en la red con carácter gratuito y algunos hasta vienen acompañados por su propias guías didácticas. Además del interés de los aspectos tratados, estos han sido creados por una estupenda nómina de autores y autoras del cómic patrio (con alguna incorporación foránea).

Si algún lector o lectora de esta entrada conoce otras propuestas similares que se nos hayan escapado, puede remitirnos los enlaces a través de los comentarios. Nos encantaría ir enriqueciendo esta selección con nuevas aportaciones. Gracias de antemano.

Joaquín Ayala

 

1. Puro Perú, Paco Roca, Ana Miralles, Núria Tamarit, Javier de Isusi y otros
La situación medioambiental del planeta, en la selva amazónica y en la sierra del Perú.

2. Pillada por ti, Cristina Durán y Miguel A. Giner Bou
Consecución de una sociedad libre de violencia contra la mujer. Defensa de los valores no discriminatorios, rechazo a estereotipos y la necesidad de respetar a la otra persona.

3. Esclavas, Alicia Palmer y Bosco Rey-Stolle
Lucha contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual.

4. Científicas. Pasado, presente y futuro, Raquel Gu
Ofrecer a las niñas y jóvenes referentes femeninos en el mundo de la ciencia para que este no les resulte ajeno por el mero hecho de ser mujeres.

5. Teresa Perales. Comics, David Aja, Purita Campos, Javier Olivares, Manel y Monteys, Calpurnio, Moderna de Pueblo, Luis Bustos, Miguel Ángel Martín, Liniers y otros.
Teresa Perales es una de las deportistas con más medallas en la historia de los Juegos Paralímpicos. Visibilizar el deporte de Personas con Discapacidad.

6. Gaza Amal, Susanna Martín
Gaza Amal es un cómic de la UNRWA (Agencia de las Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina) que rompe prejuicios y estereotipos sobre las mujeres de Gaza.

Como apoyo del proyecto Gaza-Amal, esta guía didáctica trabaja los Derechos Humanos y la Igualdad de Género a través de las historias de mujeres refugiadas de Palestina

7. Cuando cierro los ojos, recuerdo, Cristina Bueno
Trata, en clave de género, el viaje forzado de las personas refugiadas y la guerra de Siria.

8. Pasitos en la arena, Brice Reignier
La cuestión de la migración y, en particular, la protección de los niños en movilidad. Abordar las causas profundas de la migración irregular y el desplazamiento forzado. La protección de los niños en movilidad de conformidad con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.

9. El conflicto del Sahara en menos de 3000 palabras, Mauro Entrialgo
Este cómic pretende acercar de manera sencilla y resumida el conflicto del Sahara Occidental a adolescentes, jóvenes y personas adultas.

10. Imposible mirar para otro lado, Alfonzo Zapico
Varios relatos sobre la construcción de la paz a través de la sensibilización y la educación para el desarrollo. Conflictos armados.

11. Palestina. Un vistazo al pasado, una mirada al presente, Bernardo Vergara
Una aproximación al conflicto palestino- israelí, que permanece enquistado desde hace más de sesenta años.

12. ¿Qué es el comercio justo?, Iago Araujo
Una mirada al funcionamiento del mercado internacional de materias primas, a los impactos de las grandes superficies sobre la economía local, las tiendas de barrio, el campesinado y el medio ambiente. La alternativa del comercio justo y el consumo responsable.

Actualización: La guionista de Esclavas, Alicia Palmer, nos remite el enlace a otras dos cómics suyos que pueden descargarse en la página de los amigos de Tebeosfera, en el siguiente enlace: https://www.tebeosfera.com/colecciones/hombres_feministas_2017_cepaim.html

Muchísimas gracias por enriquecer esta entrada.

Aprendiendo a narrar con imágenes

Durante mis bastantes años dando clase he probado en muchas ocasiones a que los alumnos dibujen un cómic.

El primer bloqueo surge con su valoración de lo que es un buen dibujo, motivo por el que muchos abandonan sus trazos al verse incapacitados para representar de forma realista el entorno. Como bien decía el ilustrador Puño en una charla, la pregunta no es ¿Cuándo empezaste a dibujar?, sino más bien ¿Cuándo dejaste de dibujar?, ya que todos los niños manifiestan su deseo de dejar su huella en un papel cuando no, directamente en la pared.

La labor del profesor estriba en hacerles ver que el cómic trata de conceptos y símbolos, no de realismo, y que un buen dibujo, al menos en el caso del cómic lo es cuando cumple los objetivos que se ha planteado su autor, lisa y llanamente. La falta de pericia es lo que les provoca inmovilismo. Yo procuro jugar con ellos al Pictionary, del  cual sacamos múltiples enseñanzas. Lo ideal es usar palabras no tangibles, conceptos tales como “repetir”, “empatar”-prohibiendo el uso de números-“divorcio”, “testigo”, “caos”, etc.

Les hablo de la metonimia, cómo usamos una chola con calcetín para representar la palabra guiri, o un volante para un coche.

También del  ruido. En muchas ocasiones el alumno se bloquea y al no tener más recursos para proporcionar información válida al resto de la clase se dedica a pintar un bigote al personaje, por ejemplo. Es entonces cuando hago hincapié en que, usando tan pocos elementos, cualquiera que introduzcamos es elevado a la categoría de crucial y si no aporta nada sino que despista es, simplemente, ruido.

Hablamos, a su vez, de la mayor ambigüedad del lenguaje visual frente al verbal, les hago pensar en otras maneras de representar la misma palabra que el que la ha realizado en la pizarra.

Otra conclusión que podemos sacar de este completísimo ejercicio es el uso simbólico de la imagen. Más de uno dirá que conoce a un guiri que no lleva cholas, pero yo recurriré a los pictogramas de aseos femeninos para demostrar que, aunque ninguna alumna lleve falda en ese instante en la clase, todos interpretan que esa puerta conduce al baño de las chicas, o que un agujero cuadrado con un arco de semicircunferencia encima es percibido antes como una madriguera de ratón que la real. ¿Cuántos ratones manejan el compás y la escuadra y el cartabón?

También cabe desarrollar la exageración de lo expresado gráficamente en aras de la claridad. Normalmente hacen tímidamente una boquita para una persona habladora o no relacionan dos figuras, poniéndolas de frente al espectador, con los brazos caídos.

Les pido que si los monigotes tienen que ver entre sí se toquen o miren, y que el personaje palicoso tenga una boca gigante y 20 bocadillos de texto alrededor.

Luego viene la madre del cordero. Plantear una historia. “No se me ocurre nada” o bien “Va Juan por la calle se encuentra a Ayram. Se saludan. Fin.”

No, no. Hay que plantear un conflicto. Un personaje quiere algo y equis se lo impide. Se resuelve de una forma inesperada.”Ah, ¡Ya sé! Ayram es abducido por los alienígenas. Se escapa. Fin”

“No, no.”

“¡Ya sé! ¡ Al final lo matan!”

Total, que habría que recurrir al uso de anécdotas. Para ellos, a esas edades, todo tiene una importacia crucial y un viaje a Disneylandia les parece la hostia, aunque no tenga ni planteamiento, ni nudo, ni desenlace.

Una idea que surgió de la colaboración con Eduardo González  fue barajar esas ideas en una bolsa y que, cual amigo invisible, ellos sacaran una ajena y trataran de narrarla. Si no funciona, al menos servirá para que se den cuenta de que sus compañeros no han escrito una historia, que no hay un conflicto y que nada avanza y desde luego, no tendrá el carácter emotivo de haberlas protagonizado en primera persona y esa distancia hará que traten de conferirles un nuevo interés.

Los cuentos infantiles funcionaron en una ocasión para 4º de la ESO.

Otras maneras de evitar esto son que cuenten un chiste. Aquí el peligro es que el chiste sea verbal y la omisión de la imagen derive en idéntico significado.

Si tapamos la imagen y leemos el texto, ambos chistes funcionan igual que con ella.

Si tapamos la imagen y leemos el texto, ambos chistes funcionan igual que con ella.

Por supuesto, los aguijoneamos u obligamos a que incluyan una tormenta de ideas con un número mínimo de palabras. Si les digo que 30, se les hace cuesta arriba, a pesar de haberla hecho sin mayor problema e identificando al menos 60 vocablos entre todos, en una relativa a “fútbol” o “peluquería”. Les explico que no lo vean como un trabajo, sino como el material -los ladrillos- con los que podrán edificar la historia; a mayor cantidad de ladrillos, más posibilidades. No cala, pero ayuda.

Deben colocar las palabras en columnas para verlas globalmente y relacionarlas fácil y visualmente. El final ha de ser lógico pero inesperado- les insisto.

En cuanto al miedo a la hora de representar la información se pueden encontrar principalmente dos, diametralmente opuestos: o el alumno sabe dibujar demasiado, con lo cual se luce olvidando lo primordial, esto es, la información a comunicar, e incluyendo cantidades industriales de ruido gráfico, o no sabe dibujar nada y poner un personaje de perfil  le resulta un mundo.

Para el primero podemos optar por simplificar usando las herramientas de Ivan Brunetti  en su libro Cartoooning , me refiero a dibujar el coche que conozcan en 5’ con la mayor cantidad de detalles que recuerden, hacer lo mismo en un segundo y tercer dibujos pero con 30“ y 10´´ respectivamente, con la instrucción obligatoria de terminarlo en ese lapso.

Para los segundos mucha gente opta por herramientas existentes en la web, pero que, a mi criterio, son un error. Estas son como cliparts, y estriba en ellas el peligro de que tengan información no deseada, tal como una postura que mola (un escorzo, por ejemplo, cuando en ese plano no sería pertintente) o una vestimenta inadecuada.

Los alumnos se podrían colocar en las posturas de los personajes y fotografiarse con el móvil, aunque el entorno real, plagado de detalles aleatorios , compite de nuevo con la información a transmitir, creando más y más ruido visual. El cómic trabaja con conceptos, la realidad rebosa ruido.

Otro recurso es escenificarlo mediante mímica, algo más próximo al lenguaje del cómic, en la que los alumnos sí estarán pendientes de qué información necesitan transmitir y la recrearán al no estar disponible en su alrededor inmediato.

Yo insisto en la idoneidad de los muñecos de palo, eso sí, con características distintivas que los hagan diferenciarse en el caso de ser deseable o imprescindible. Un bigote, un sombrero, o una camiseta de un color determinado pueden ser más que suficientes para este objetivo.

El uso de un guión gráfico y de unos bocetos se demostrará requisito sine qua non para la realización del cómic. ¡Cuántas veces no me habrán dicho aquello de “Y aquí va un ejército de mil mongoles con las armaduras centelleando al sol” y yo les habré dicho. “Vale, pues dibújalos.”

Cierto, un alumno de la ESO no se expresa así, nunca me lo han dicho, pero sí descripciones carentes de muchas decisiones relevantes, tales como el uso del plano, dónde van los bocadillos, qué elementos están en primer término, dónde van los negros, etc.

No solamente a todos estos inconvenientes se enfrenta el profesor que decide exponer a sus alumnos a la realización de un cómic. El uso de los distintos planos también será soslayado por parte de ellos. Tal y como Segar, autor de Popeye, lógica y sinceramente hiciera en la primera veintena del siglo XX , titulando su tira periodística como Timble Theater (algo así como teatro del dedal) los alumnos usarán solamente un plano general, deudor del que constamente los espectadores observan el teatro, en el que los personajes se moverán a derecha e izquierda. Si algún elemento es demasiado pequeño para ser subrayado o percibido con claridad en un primer plano se perderá en ese otro tan alejado, elegido por  los alumnos por simple y plana falta de costumbre o análisis. Por ello, pienso que sería adecuado obligar a los alumnos al uso de varios planos distintos del general en la narración de su historia.

Otra cuestión que podemos manejar es el orden de los planos. Un sano ejercicio es reordenar los planos de una página ya editada para conseguir que tenga un sentido, seguramente otro del planteado originalmente.

Muchas veces ignoran la información que están comunicando y la dan por sobreentendida, en un “Yo me entiendo” tan propio de ellos en el lenguaje hablado.

“Es que la madre…”-explican…

”¿Quién es la madre?”

”Esta”

”¿Y cómo lo sabemos? ¿Se ha visto o dicho antes?”

Antes que nada, el alumno habrá de colocar los bocadillos de texto, de manera que sean legibles (de izquierda a derecha y de arriba abajo) y se dará cuenta de que el personaje que primero hable debe estar colocado a la izquierda.

Otro ejercicio sanísimo es leer el cómic sin texto y ver qué se desprende de él. Podemos verbalizarlo, describiendo la acción.

Esta página de Yves Chaland es un magnífico ejemplo de ello, en la que prácticamente toda la información está dada mediante el dibujo.

 

 

No sé si todo esto servirá de algo. Hoy he puesto el ejercicio de crear una historia corta en un 2º de la ESO, asignatura de Prácticas comunicativas y creativas. He puesto un guión relativo a las posibilidades que tenían: Tormenta de ideas de un tema que les molara, uso de una anécdota personal, adaptación de un cuento infantil, adaptación de un chiste visual.

Nadie ha hecho nada, sólo el empollón ha escrito algo: “Estábamos tirando petardos cuando uno salió rodando calle abajo. Explotó junto a un coche de policía que pasaba justo por allí.” “Vale. ¿Y cómo acaba?” “Salimos corriendo y llegamos a casa.”

Álvaro Manzanero

El tebeo: una herramienta más en las materias de secundaria.

En Tebeos con clase estamos convencidos de las posibilidades ilimitadas del noveno arte como herramienta educativa. Cada vez son mas los profesionales de la educación que abren una ventana al cómic en sus aulas, algo que coincide en el tiempo con el reconocimiento social del medio (consolidación del Premio Nacional de Cómic, adaptaciones a otros formatos, presencia en medios de comunicación…). Con todo, la falta de información sobre títulos que puedan encajar con nuestra asignatura puede refrenar nuestro entusiasmo inicial hacia los tebeos.

Está claro que la naturaleza híbrida del medio, mezcla de imagen y texto, hace que cualquier cómic sea susceptible de ser objeto de nuestra atención en las materias de Educación Plástica, Visual y Audiovisual, de Lengua Castellana y Literatura y de idiomas (recordemos la importancia de los mercados franco-belga y norteamericano). Pero esto no quiere decir que no haya obras a las que se pueda sacar un partido extraordinario desde otros departamentos didácticos. El de Geografía e Historia sería, sin duda, el mejor posicionado de todos ellos. La vista atrás para recuperar la memoria de lo que Hobsbawn llamara “corto siglo XX” ha dado su fruto en títulos tan indispensables como Maus, de Art Spiegelman, o El arte de volar y El ala rota, de Antonio Altarriba y Kim. La lista de tebeos recomendables para Geografía e Historia es tan amplia que lo mejor será echar un vistazo al blog de Historia y cómic, cuyo responsable, David Fernández de Arriba, es también el coordinador del recién publicado Memoria y viñetas. La memoria histórica en el aula a través del cómic.

Y sin embargo, el universo del cómic es tan vasto que es posible descubrir ejemplares de calidad que aporten nuevos modos de acceder al alumnado desde todas las materias de la ESO. No es nuestro propósito en esta entrada el hacer un extenso catálogo de todos ellos. Mencionaremos unos cuantos como botón de muestra y, si se animan, quedan a su disposición los comentarios para ir engrosando la lista.

Comencemos, por ejemplo, con Feynman, de Ottaviani y Myrick, una biografía del excéntrico Nobel de Física en la que se da cuenta de sus trabajos en el campo de la mecánica cuántica y su participación en la creación de la bomba atómica.

Otro Nobel, en este caso de Literatura, fue el filósofo y matemático Bertrand Russell, cuya larga y ajetreada vida sirve de hilo conductor en Logicómix. Una búsqueda épica de la verdad, de Apostolos Doxiadis y Christos H. Papadimitriou para conocer los avances matemáticos y a sus protagonistas a finales del XIX y comienzos del XX.

Filosofía en viñetas, de Michael E. Patton y Kevin Canon, hace, en cambio, un recorrido por la filosofía basado no tanto en una historia cronológica como en una reflexión sobre los grandes interrogantes a los que se enfrenta esta disciplina y a cómo los han abordado los filósofos más relevantes.

Por último, mencionaremos El increíble viaje de Alexander von Humboldt al corazón de la naturaleza, de Lilian Melcher y Andrea Wulf, un intento de abarcar la vida de quien fue uno de los mayores hombres de ciencia del XIX. Un cómic que une los conocimientos sobre el autor de Wulf a la interesante propuesta gráfica de Melcher.

Lo dicho. Hay un cómic para cada materia. Suma y sigue.

La exposición didáctica Tebeos con clase para Secundaria

En el curso 2010-2011 se creó la exposición didáctica itinerante “Tebeos con clase” destinada a Educación Secundaria, de la que actualmente existen copias en todos los Centros de Profesorado de Canarias a disposición de cualquier centro.

La exposición consta de ocho paneles enrollables con el siguiente contenido:

En esa exposición el alumnado puede obtener información sobre el cómic y sus principales escuelas.

Alumnado trabajando con la exposición didáctica itinerante Tebeos con clase

Alumnado trabajando con la exposición didáctica itinerante Tebeos con clase

La exposición contiene también una maleta con una colección de veinticinco obras que recogen la esencia de este arte.

También se incluyen dos maletas básicas de veinticinco ejemplares del mismo título, una de ellas para el primer ciclo de la ESO y la otra para segundo ciclo. Bone, de Jeff Smith para 1º y 2º de ESO y Café Budapest de Alfonso Zapico para 3º y 4º fueron los cómics elegidos para las maletas. Además, se elaboraron una unidad didáctica para cada título y un cuadernillo de trabajo para el alumno y para el profesor, que facilita que quien no esté familiarizado con los tebeos se pueda acercar sin temor.

 

cafe budapest astiberri                                                  bone1bolsillo

Cuadernillo del profesorado

Cuadernillo del alumnado. 1.º y 2.º de ESO (Bone, de Jeff Smith)

Cuadernillo del alumnado. 3.º y 4.º de ESO (Café Budapest, de Alfonso Zapico)

Estos materiales didácticos, se han cedido también a centros del profesorado e institutos de otras comunidades autónomas.

Humor gráfico

La última edición del Salón de Cómic de Barcelona presentaba, entre otras exposiciones (nos ocuparemos, espero, de alguna más), una titulada Cifré & Cifré en la que se recuperaban algunas de las obras más significativas de Guillermo y Guillem Cifré, padre e hijo, autores que revolucionaron el cómic español, cada uno con un estilo personal, en dos épocas distintas.

Confieso que para el que esto escribe el gran descubrimiento fue el recientemente fallecido Guillem Cifré, autor de historietas, ilustraciones e instalaciones artísticas a menudo asociadas más o menos a la ligera al surrealismo pero, en cualquier caso, de altísima originalidad. Fue colaborador habitual en prensa y un destacado representante de lo que suele denominarse humor gráfico.

Tecnología, por Cifré

Tecnología, por Cifré

Precisamente conocer parte de su obra me hizo reflexionar sobre el poco uso que los profesores de lengua en particular, y los docentes en general, hacemos de una herramienta de comunicación tan potente como el humor gráfico. Más allá de la mera ilustración de un texto dado, casi nunca presentamos a nuestros alumnos ejemplos de humor gráfico como lo que es, un medio de expresión per se, susceptible de ser por tanto interpretado y analizado.

Max

Es usual que acudamos a las secciones de opinión de los periódicos impresos o digitales en busca de los célebres textos expositivos-argumentativos con que aturdimos a nuestros alumnos y allí están, muy cerca, a mano, las viñetas, impasibles, preñadas de sentido, esperando una oportunidad de visitar las aulas que habitualmente no llega.

Desde mi regreso de Barcelona he empezado a poner en práctica, creo con cierto éxito, esta reivindicación del humor gráfico como medio privilegiado para lograr que los alumnos comenten, rebatan o compartan la opinión de los dibujantes. Junto a Cifré, por ahora han sido convocados a esta fiesta Max y El Roto.

Joaquín Ayala

El miedo al dibujo. Rupturas y conclusiones.

Trabajo con alumnos de la ESO desde el 98, impartiendo clase de EPV. A lo largo de todos estos años he observado que lo que ellos consideran “saber dibujar bien” no es otra cosa que  lograr un dibujo fiel a la realidad. Muy interesante a este respecto es la famosa charla de Puño en el MAD.

Como intento de romper este tópico trato de jugar con ellos al pictionary. Con muñecos de palo tratan de hacerse entender, no hay aún narración, pero sí representación y comunicación. Dependiendo de la edad, el juego resulta pedagógico o se queda en un mero entretenimiento lúdico-competitivo, en el que todos están más pendientes de la broma y el equívoco o de ser ellos los siguientes en salir a la pizarra. Yo trato de calmar los ánimos y de sacar conclusiones de  todas y cada una de las imágenes representadas.

Susurro la palabra al oído del alumno y este trata de representarla sin la ayuda de letras o números. En una ocasión le chivé la palabra “hombre” y esto fue lo que dibujó:

Niño dibujando un hombre

 

La lección estaba clara: Teniendo pocos elementos, cualquier signo gráfico tiene su contenido. Enuncié esta conclusión en voz alta. Si el dibujo hubiera tenido más información, mayor número de líneas, hubiera sido más barroco, posiblemente este detalle se hubiese pasado por alto.

Otra conclusión es que tienen que analizar cuál es la característica por la cual sus compañeros adivinaron el objeto, en el caso de que la palabra a representar sea “boda”, podría ser un sombrero de copa.

Un momento álgido se produce cuando susurro al oído de un alumno la palabra “guiri”. Después de complicados planos de otros países, gafas de sol, etc, el alumno se da por vencido y entonces dibujo tan sólo un calcetín dentro de una sandalia. ¡No falla!  (la metonimia,  representación de una parte por el todo, así como “volante” puede representar a “coche”)

Otra de las conclusiones es que muchos elementos, más que ayudar al éxito, llevan al fracaso al distraer de la idea base, de manera que pierde fuerza.  Otra, que el ángulo en el que esté dibujado el objeto puede ser esclarecedor, o por el contario, confuso.  Una persona vista en picado cenital, con un dibujo esquemático podría ser cualquier cosa, mientras que vista de frente se nos presenta bien clara y reconocible. Otra, que a veces no hay otra manera que ayudarse por la secuencia para que quede patente la transformación de algo en el tiempo.

También tienen que tener en cuenta que sus dibujos actúan como símbolos. Las mujeres no tienen por qué llevar falda, pero si colocamos una falda a un personaje, difícilmente interpretaremos otra cosa que que se trata de una mujer.

Realmente no hay mejor dibujo que aquel que se adapta a la perfección a su función, en el caso del cómic, que hace de engranaje ideal para que toda la maquinaria de la narración funcione. Por eso a la pregunta de” ¿Este dibujo está bien?”  Siempre les respondo con otra pregunta: “Depende…¿Qué quieres comunicar?.”

Álvaro Manzanero

EL TEBEO Y SU USO EN EL AULA

Normalmente se piensa en el tebeo como instrumento para el Plan Lector del centro. Muchos así lo utilizan y Tebeos con Clase ha contribuido, sin duda, a ello. Más limitado es que se pueda llevar al aula dentro de las distintas materias del currículo escolar. Se suele pensar en la clase de Historia y de Sociales, en general, como principal referencia para que el tebeo sea manejado por los escolares y se puedan extraer enseñanzas que sirvan para que se elaboren materiales de clase que el alumnado pueda entender y asimilar.

En Sociales hay muchos ejemplos. Álix, de Jacques Martin (1921-2010), es uno de los más citados. Su valor radica en la buena documentación que el autor y su equipo manejaban en cuanto a decorados, construcciones, vestimentas y situaciones cotidianas. Tal es así, que, con ocasión de uno de los últimos álbumes dibujados por Martin, donde la acción se desarrollaba en un fuerte romano de las fronteras con tribus germanas, un grupo de arqueólogos denunció la copia de planos de una excavación, que resultó finalmente una gran casualidad, fruto de esa labor de documentación de Martin y su equipo. Alix es un buen personaje, pero hay que recordar que es un tebeo de formato histórico, pero no plantea situaciones históricas exactas.

el espectro de cartago

Un autor español imprescindible, aunque algo olvidado es Antonio Hernández Palacios (1921-2000). Cultivó la historieta histórica como pocos: El Cid, la Guerra Civil, Colón, Felipe II y Carlos V forman un interesante conjunto de obras muy útiles también en el aula.

Portada de El Cid de

Portada de El Cid de

A todo esto hay que añadir la explosión de títulos en Canarias sobre la prehistoria de las islas, a los que se añade ahora La Conquista de Gran Canaria, de Antonio Perera.

Portada del libro de Antonio Perera (2015)

Portada del libro de Antonio Perera (2015)

Plantear listados infinitos es mala política, ya que es preferible empezar con pocos títulos y abrir los horizontes si nos interesa seguir el camino del tebeo y el aula.

Otras asignaturas donde es clásico el uso de ciencia ficción y tebeos son Física y Química, Matemáticas y Tecnología. Buenas páginas para buscar ejemplos son http://es.xkcd.com/, traducción no oficial al español de magnífica página de Randall Munroe y xataka.com. No es que resulte fácil encontrar tebeos sobre estas ciencias, pero sí hay muchas viñetas y los superhéroes, por ejemplo, siempre aportan argumentos científicos y pseudocientíficos y son muy útiles para confirmar o desmentir hipótesis, a veces disparatadas.

Mauro Entrialgo, Plétora de Piñatas (2011), en el diario Público.

Mauro Entrialgo, Plétora de Piñatas (2011), en el diario Público.

En Ciencias de la Naturaleza hay muchos ejemplos y hemos tomado como principio las biografía de personajes, como las de Jordi Bayarri (1972), en su colección científicos: Darwin, Newton, Galileo y Marie Curie.

Jordi Bayarri. Marie Curie (2014).

Jordi Bayarri. Marie Curie (2014).

La fidelidad del guión permite acceder a un buen instrumento en el aula, que nos acerca al personaje de manera más natural.

Una vez elegido el tebeo, se puede optar por una viñeta o una página con el apartado que queremos trabajar. Pretender que el alumno o alumna compre el cómic va a resultar un empeño bastante complicado, siempre habrá quejas por el precio o la facilidad de conseguirlo. Nuestro objetivo es múltiple: desarrollar una situación de aprendizaje a partir de una nueva situación que nos proporciona el tebeo, interesar y motivar al alumnado y hacer que la lectura de tebeos vaya siendo una situación normal para las chicas y chicos.