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Al fin tenemos listados mangas

Tradicionalmente el manga ha sido la gran asignatura pendiente de Tebeos con clase. Nuestro grupo de profesores y profesoras, en esencia amantes de la línea clara, del tebeo patrio y del cómic underground, los más lejos que habíamos llegado era a picotear levemente en el mundillo de los superhéroes. Pero el manga se nos escapaba (y escapa) generacionalmente y, en consecuencia, nuestro blog y materiales se muestran casi huérfanos de referencias a este género comiquero de éxito arrollador. Sin embargo, llevábamos tiempo queriendo poner remedio a esta ausencia imperdonable y no vimos otra solución que apoyarnos en los verdaderos expertos: nuestro alumnado.

Los alumnos y las alumnas integrantes del Club de Manga del IES La Laboral de La Laguna nos ofrecieron la excusa perfecta: ante la necesidad de seleccionar una serie de títulos para crear la Mangateca de la biblioteca del instituto, se les propuso que fueran ellos y ellas los que elaboraran los listados correspondientes, divididos, eso sí, en clásicos y propuestas más actuales (por supuesto, nada más lejos de nuestra intención que censurar su concepto de clasicismo).

Esta entrada es el resultado de esa tarea y tiene, como es habitual por estas lides, la vocación de ser de utilidad a otros centros que decidan apostar por la creación de su propia mangateca (y no es mala apuesta, se lo aseguramos) ofreciéndoles como orientación estos listados básicos.

Una vez adquiridos la mayoría de los títulos de estos listados, los integrantes del Club de manga de La laboral se los mostraron a sus compañeros de la ESO mediante un pequeño taller de iniciación al manga y al anime. En él se habló de adaptaciones, de la influencia cultural que está suponiendo este fenómeno mundial, de la música, géneros y demografías. La recepción por parte del alumnado fue estupenda y sobre la marcha surgieron nuevas complicidades y se incrementó el número de integrantes del club.

Desde Tebeos con clase queremos felicitar al Club de Manga del IES La Laboral de La Laguna por su trabajo y entusiasmo y agradecerles la cesión de sus listados. Esperamos seguir colaborando en el futuro en nuevos proyectos.

Clásicos del manga

1. Steel Rall Run Jojo’s Bizarre Adventure, de Hirohiko Araki (Lvrea)

2. Black Clover, de Yuuki Tabata (Norma)

3. Hunter x Hunter, de Yoshihiro Togashi (Panini)

4. Jojo’s Bizarre Adventure, de Hirohiro Araki (Lvrea)

5. One Piece, de Eiichiro Oda (Planeta Cómic)

6. Berserk, de Kentaro Miura (Panini)

7. Chain Saw Man, de Tatsuki Fujimoto (Norma)

8. Fire Punch, de Tatsuki Fujimoto (Norma)

9. Look Back, de Tatsuki Fujimoto (Norma)

10. Noragami, de Adachitoka  (Norma)

11. Mi amigo Capricornio, de Masaru Miyokawa (Milky Way)

12. Vinland Saga, de Makoto Yukimura (Planeta Cómic)

13. Nanbaka, de Sho Futumata (Panini)

14. No game no life, de Yuu Kamiya y Mashiro Hiiragi (Seven Seas)

15. Nana, de Ai Yazawa (‎Planeta Cómic)

16. Bibliomania, de Obaru y Macchiro (Kibook)

17. Full Metal Alchemist, de Hiromu Arakawa (Norma)

Propuestas más actuales

1. Spy X Family, de Tatsuya Endo (Lvrea)

2. One Punch Man, de Yusuke Murata (Lvrea)

3. Banana Fish, de Akimi Yoshida (Panini)

4. Death Note, de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata (Panini)

5. Horimiya, de Hero y Daisuke Hagiwara (Norma)

6. Ataque a los titanes, de Hajime Isayama (Norma)

7. Haikyu!!, de Haruichi Furudate (Planeta Cómic)

8. Assassination Classroom, de Yusei Matsui (Panini)

9. The promised of neverland, de Kaiu Shirai y Posuka Demizu (Norma)

10. My Hero Academia, de Kohei Horikoshi (Planeta Cómics)

11. Yakuza amo de casa, de Kousuke Oono (Lvrea)

12. Sasaki y Miyano, de Shou Harusono (Panini)

13. Given, de Kizu Natsuki (Milky Way)

14. Kaiju, de Naoya Matsumoto (Planeta Cómic)

15. El hada de las nieves, de Tomo Serizawa (‎Now Evolution)

16. ¡¡No te rindas, Nakamura!!, de Syundei (‎Milky Way)

Colecciones de clásicos. De la adaptación al cómic como una de las bellas artes.

Los aficionados al tebeo estamos de enhorabuena. En un plazo breve de tiempo, se han asomado a las estanterías de las tiendas de cómics dos novedades del dúo formado por el guionista Santiago García y el dibujante Javier Olivares. Necesitan de pocas presentaciones. Ganadores del Premio Nacional de Cómic de 2015 con la imprescindible Las Meninas, redoblaron la apuesta por una historieta de calidad con La cólera (2020), original revisión de la guerra de Troya. Y sin embargo, puede que su trayectoria no hubiera sido la misma sin su primera obra larga: El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde (2009).

El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde (2009)

“Hacer este libro fue la manera que Santiago y yo encontramos de comprobar si funcionábamos bien trabajando en una historia completa”, nos cuenta Javier Olivares en las páginas extra (“Los archivos del Doctor Jekyll”) en la reedición de febrero de este año en la editorial Astiberri. La editorial vasca es la responsable también de la publicación hace un par de semanas de La guerra de los mundos. Se suma así a una tendencia que se está asentando en el mercado del cómic español (al rebufo, cómo no, del mercado franco-belga): la adaptación de clásicos literarios.

El fenómeno, de indudable interés didáctico, no es nuevo. Si deambulamos por las fronteras del cómic, la relación entre literatura e imagen se puede rastrear hasta los primeros siglos de nuestra era. Si lo que buscamos, en cambio, son verdaderas apuestas editoriales para crear colecciones que trasladen los clásicos de la literatura al cómic (como en el caso de García y Olivares), quizás no esté de más citar la colección estadounidense Classics Illustrated, capaz de perdurar en el tiempo desde 1941 hasta 1969. Más cercana en el espacio y el tiempo, nace en 2007 la colección Ex-Libris, de la editorial francesa Delcourt. Y un año después, en 2008, la editorial SM saca al mercado sus “Clásicos en cómic”, colección que incluyó el Jekyll y Hyde de García y Olivares. Pese a los precedentes que se acaban de nombrar, en la memoria del lector español (de cierta edad) estará instalada como referente fundamental la colección “Historias selección” de la editorial Bruguera (de finales de los años sesenta y setenta). Los títulos conseguían un peculiar matrimonio entre novela y cómic: No se trataba de clásicos ilustrados, sino que había una página de historieta por cada tres de su original literario. En el cómic, las imágenes narran (de hecho, tienen preeminencia sobre la palabra y puede darse el caso de que nos encontremos con cómics “mudos”). En el libro ilustrado, las imágenes son solo un adorno del texto. En muchas ocasiones, en el paso del ilustrar al narrar, las editoriales optan por simplificar tanto trama como dibujo. La extensión del cómic debe adaptarse a la del álbum franco-belga y el dibujo no salirse de la “línea clara” (el estilo del Tintin, de Hergé). Hay que alabar, pues, la decisión que tomó en su día SM de encargar las adaptaciones a autores no muy conocidos entonces y que hoy son ya nombres de referencia de la historieta de nuestro país: García y Olivares, David Rubín, Emma Ríos… (aunque es cierto que otra parte de la colección española se limitaba a publicar las versiones traducidas de los clásicos de Delcourt). El elogio no es solo por los elegidos, sino porque fueron capaces de aceptar que el trabajo de la adaptación recayera sobre dibujantes de diferentes estilos, como es el caso del expresionismo de Javier Olivares. Además, con buen criterio, permitieron que los autores pudieran exprimir las posibilidades creativas del medio sin que hubiera una imposición de fidelidad “literal” al original. Así, no sorprende que en El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde, ya desde el título, se nos advierta de que la historieta es “a partir de la novela de Robert Louis Stevenson”. De hecho, no coincide, por ejemplo, el narrador, pues casi todos los lectores saben ya de ese binomio Jekyll/Hyde que la última página, a modo de epílogo, se encarga de explicar como anverso y reverso de la personalidad humana. Y, como no podía ser de otra manera, La guerra de los mundos, está, según reza en la página del título, “inspirada en la novela de H.G. Wells”. No es un fiel reflejo de la misma, pero no seremos nosotros quienes desvelemos la sorpresiva vuelta de tuerca en el desarrollo de la trama y elección de protagonistas del cómic (por más que la revelación nos llegue en las primeras páginas). Le tocará a cada lector rendirse ante la propuesta visual y de guion de una obra de conocida trayectoria en cuanto adaptaciones: desde la más famosa, la adaptación radiofónica que hizo Orson Welles en 1938, la que consiguió provocar el pánico en los impresionables oyentes norteamericanos de la época, hasta la versión cinematográfica de Steven Spielberg (2005) (que no es la última de las adaptaciones al cine de esta novela).

La guerra de los mundos

Esperemos, pues, que esta entrada sirva como recomendación para llevar a las estanterías de las bibliotecas escolares los dos tebeos recién publicados por el tándem García-Olivares. Ambos, además, como se dijo, pueden ayudarnos a plantear debates interesantes a partir del diálogo entre original y adaptación y sobre las aportaciones que hacen los distintos medios a los que se trasvasa una obra. Frente a una abrumadora mayoría de muestra de largometrajes que adaptan obras literarias, el cómic va reclamando sin estridencias nuestra atención. A las viñetas se adaptan poemas (últimas obras de Laura Pérez Vernetti), novelas, teatro o, incluso, ensayos (Sapiens, de Yuval Noah Harari) y las editoriales no flaquean en la propuesta tebeística, ya sean grandes (Planeta, por ejemplo, con su reciente adaptación de Nada, de Carmen Laforet) o pequeñas (Nórdica Libros, con el Nebrija, de Agustín Comotto); ya estén pensando en un lector adulto o en el pequeño lector. Bang ediciones, sin ir más lejos, tiene su “Clasicómix. Colección clásicos revisitados”, en la que, curiosamente, se puede leer Jekyll & Hyde, en versión esta vez de Tyto Alba.

Terminamos, como siempre, animando a docentes y amantes de las viñetas a aportar al blog sus comentarios con recomendaciones sobre obras traídas al cómic desde otras artes y sobre los usos didácticos de las mismas.

Julio Santamaría

Javier Olivares

Javier Olivares visitará próximamente Tenerife para participar en el clásico encuentro Entre Viñas y Viñetas, organizado por la Denominación de Origen Tacoronte Acentejo. El autor realizará sesiones de firmas en la Librería Lemus de La Laguna los días 2 y 3 de junio y participará en una charla con Manuel Darias el propio viernes 3 de junio. Una oportunidad inmejorable para hacerse con alguno de sus últimos tebeos.

Canarias en las viñetas. Una mirada desde fuera de las islas.

Eneko en 20 minutos (27-12-06)

Las islas Canarias han aparecido en cómics realizados por autores ajenos al archipiélago. En esta entrada vamos a mostrar algunos ejemplos que sirvan para valorar la inclusión del territorio insular en la historieta. En primer lugar, podríamos hablar de la inclusión de las Canarias como mera referencia geográfica. De aparecer una isla, suele ser la de Tenerife para hacer valer la silueta que dibuja el Teide sobre el océano. Esto ocurre, de hecho, en la que puede ser la primera viñeta foránea sobre las Canarias: la viñeta en la que Tintín le habla sobre las islas desde el barco que les lleva de camino a África. Con todo, como se puede observar, la viñeta pertenece a la edición de Tintín en el Congo de 1931. Cuando Hergé rehizo el álbum para su versión a color de 1946, la explicación sobre Canarias no pasó la criba.

Tintin en el Congo (1931)

Canarias entraba dentro del itinerario de los barcos con destino al corazón de África, así que no es raro volverla a encontrar, esta vez siquiera mencionada en el encabezado de una carta, en otra obra: Kongo. El tenebroso viaje de Józef Teodor Konrad Korzeniowski (2014), de Christian Perrissin y Tom Tirabosco. El cómic relata el viaje de Joseph Conrad hasta el Congo, experiencia en la que se fundamenta una obra tan conocida como El corazón de las tinieblas (1899).

Kongo (2014)

Un ejemplo reciente de la vista desde el mar de Tenerife y el Teide (con cartel incluido, por si hubiera dudas) podemos encontrarlo en Ibáñez y su última viñeta de Mortadelo y Filemón. Misión por España (2021).

Misión por España (2021)

Y ya desde tierra firme, el volcán al fondo, bajo un cielo estrellado, abre la aventura de los X-Men en un irreconocible barrio de Punta Brava en el Puerto de la Cruz el número 250 de X-Men Legacy (2011).

X-Men Legacy, de Mike Carey y Khoi Pham (2011)

Aunque podamos pensar en referencias y apariciones demasiado vagas, las viñetas del Teide nos hablan de un referente geográfico preciso. Hay otro grupo de obras, en cambio, en las que las islas canarias aparecen sin que haya ninguna información visual que nos lleve a reconocer a las Afortunadas. A los autores les basta con mencionar en las cartelas el espacio geográfico y dejar todo lo demás a la imaginación de un lector que sabe que las islas Canarias son uno de los destinos turísticos más demandados por los europeos.

Así ocurre, por ejemplo, en La gran odalisca (2013), de Bastien Vivès, o, con un enfoque muy diferente en cuanto a la temática de la historieta, en El viaje. Hombres feministas (2019), de Alicia Palmer y J.J. Mínguez.

La gran odalisca (2013)
El viaje. Hombres feministas (2019)

Llegamos, al fin, a una serie de obras en las que el paisaje (y paisanaje) de las islas cobra ya un cierto protagonismo se abre el abanico de representación a otras islas del archipiélago.

Eso pasa, sin ir más lejos, en la breve historieta “La ira del dedo de dios”, de Joaquín López Cruces (publicada en 1992 y recogida en Obras encogiadas (1997)). Una página con el Dedo de Dios y la costa grancanaria de Agaete como testigos de un envío “aéreo” a la península.

Sin cambiar de isla, sin demasiada concreción gráfica, pero sí con reflexión en torno al modelo turístico canario, Miguel Gallardo pasa sus vacaciones con su hija en el sur en el imprescindible María y yo (2007).

Nos quedamos en la provincia para recalar en Fuerteventura en un cómic que recupera la memoria de la represión franquista sobre los homosexuales. El violeta de Antonio Santos Mercero, Juan Sepúlveda Sanchís y Marina Cochet (2018). Léanlo y descubrirán en sus páginas la reeducación del valenciano Julián en la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía.

Devolviéndonos la fe en el ser humano está la trayectoria vital de Alexander von Humboldt- El polímata berlinés se embarcó desde Galicia para su célebre viaje hacia América en 1799. Un error de cálculo le llevó a hacer escala en La Graciosa y desembarcaría más adelante en Tenerife, en donde consiguió organizar una ascensión al Teide. Apenas unos días, apenas unas hojas dentro de El increíble viaje de Alexander von Humboldt al corazón de la naturaleza (2019) (adaptación al cómic del magnífico libro de Andrea Wulf: La invención de la naturaleza (2016)).

El increíble viaje de Alexander von Humboldt al corazón de la naturaleza, de Andrea Wulf y Lillian Melcher (2019)

Dimos comienzo a estas líneas con la viñeta de Tintín, uno de los grandes de la historieta franco-belga,  dejaremos ahora que el colofón lo ponga Panoramix en El mal trago de Obélix (1996), de Uderzo. En su diálogo con Spartakis (con un “cierto” parecido a Kirk Douglas) menciona a la Atlántida, de la que quedaría como vestigio un grupo de islas (¿las Canarias?). Así, “la más importante sigue ocupada por los últimos atlantes”. ¿Estará el druida en los orígenes del pleito insular?

El mal trago de Obélix (1996)

Concluiremos este recorrido (nada exhaustivo) con un llamamiento para seguir engrosando la lista de títulos con vinculación con Canarias creados desde fuera de las islas. Si se les viene a la memoria alguno más, no duden en compartirlo en los comentarios. Les estaremos agradecidos.

Julio Santamaría

Breves apuntes para una historia del cómic canario

Esta entrada surge a raíz de la invitación realizada a nuestro seminario para impartir una acción formativa, bajo el título El cómic y canarias: recurso educativo, en el marco de la oferta del Programa Enseñas de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.

En Tebeos con clase llevamos ya algún tiempo queriendo iniciar una línea de trabajo que diera un paso más allá de las puntuales colaboraciones que a lo largo de estos años hemos mantenido con autores locales. Además, después de nuestros primeros diez años de existencia tenemos claro que ha llegado el momento de vincular parte del trabajo del grupo a la difusión de nuestros contenidos al resto de la comunidad docente canaria.

Por eso, queremos agradecer desde aquí la oportunidad que se nos ha brindado de compartir con compañeras y compañeros los primeros pasos de esta vertiente de nuestro trabajo que esperamos tenga continuidad durante los próximos cursos.

Este primer esfuerzo ha consistido en esbozar, al menos, una breve historia del cómic canario y acompañarla por un repertorio de títulos ordenados en orden cronológico. Ante todo, hemos de advertir que los documentos que ahora compartimos en absoluto tienen otra vocación que la de servir de punto de partida para posteriores revisiones y enmiendas. Se trata, pues, de un work in progress que se sabe imperfecto y susceptible de contener numerosos errores y omisiones que iremos corrigiendo con el tiempo y la ayuda de los que los lean. Son documentos sin pretensiones académicas, ni afán de exhaustividad, en los que, por el contrario, hemos querido preservar sobre todo el carácter divulgativo y didáctico.

Nuestra intención no es otra que, en la medida en que el trabajo del grupo pueda volver a ser presencial y las circunstancias nos permitan vernos e ilusionarnos fuera del estrecho marco de las videoconferencias, estos documentos seminales se amplíen en una futura recopilación de materiales didácticos. Pretendemos, en definitiva, que este blog y, sobre todo, futuras convocatorias de formación nos permitan hacer visible y convencer a nuestros compañeros y compañeras tanto de la necesidad de reconocer al cómic su condición de patrimonio cultural, como de su eficacia como instrumento privilegiado para la difusión de contenidos canarios.

Breves apuntes para una historia del cómic canario

Bibliografía esencial del comic en Canarias

El cómic como patrimonio y el comic patrimonial

De lo inevitable

Todos sabíamos que en algún momento tenía que llegar. Hicimos propuestas de lectura de cómic para las bibliotecas escolares de primaria y secundaria, pero siempre se quedó en el tintero una lista de recomendaciones para bachillerato. Se ha hecho de rogar, pero les presentamos al fin una relación de cincuenta y una obras pensadas para ser leídas en esa etapa educativa. Les advierto de que no se trata de un documento cerrado. Es fruto de debates en los que dolían como nunca los descartes. Con todo, el listado que ofrecemos a continuación tiene una amplitud de miras suficiente como para mostrar un panorama actual del noveno arte que puedan disfrutar por igual alumnado y docentes.

Hay autoras y autores; locales y foráneos; de humor gráfico, superhéroes, manga o cómic europeo. Hay cómics costumbristas y experimentales; biografías de artistas, científicos; pedazos de vida de los propios dibujantes e, incluso, vidas inventadas que (nos) explican la realidad. Hay clásicos asentados y apuestas personales. Pero, sobre todo, hay un poco de cada uno de nosotros en cada título.  

Ahí van…

  1. Autobiopsia, de Eduardo González (Idea)
  2. Lamia, de Rayco Pulido (Astiberri)
  3. Maus, de Art Spiegelman (Reservoir Gráfica)
  4. El arte de volar, de Antonio Altarriba y Kim (Norma)
  5. El ala rota, de Antonio Altarriba y Kim (Norma)
  6. Yo, asesino, de Antonio Altarriba y Keko (Norma)
  7. Todo Paracuellos, de Carlos Giménez (Debolsillo)
  8. Persépolis, de Marjane Satriapi (Reservoir Gráfica)
  9. Jamás tendré 20 años, de Jaime Martín (Norma)
  10. Los puentes de Moscú, de Alfonso Zapico (Astiberri)
  11. Picasso en la guerra civil, de Daniel Torres (Norma)
  12. Una posibilidad, de Cristina Durán y Miguel Ángel Giner (Astiberri)
  13. Historias del barrio, de Gabi Beltrán y Bartolomé Seguí (Astiberri)
  14. Los surcos del azar, de Paco Roca (Astiberri)
  15. Que no, que no me muero, de María Hernández y Javi de Castro (Modernito Books)
  16. Sócrates, de Joann Sfar y Christophe Blain (Fulgencio Pimentel)
  17. El solar, de Alfonso López (La Cúpula)
  18. María y yo, de Miguel Gallardo (Astiberri)
  19. Ofelia 1, de Julieta Arroquy (Diábolo)
  20. El árabe del futuro 1, de Riad Sattouf (Salamandra)
  21. Los ignorantes, de Étienne Davodeau (La Cúpula)
  22. No puedes besar a quien quieras, de Sandrine Revel y Marzena Sowa (La Cúpula)
  23. Problemas del primer mundo, de Laura Pacheco (Lumen)
  24. Quico Jubilata, de J. L. Martín (Sapristi)
  25. Tiempo de canicas, de Beto Hernandez (La Cúpula)
  26. Dentro de nada, de Juan Berrio (Astiberri).
  27. Palestina, de Joe Sacco (Planeta Cómic).
  28. Historias frías, de Jorge Zentner y Tha (Astiberri).
  29. Serie negra. Integral, de Jordi Bernet y Enrique Sánchez Abulí (Panini).
  30. Croqueta y empanadilla 1, de Ana Oncina (La Cúpula).
  31. No me dejes nunca, de Jason (Astiberri)
  32. Gemma Bovery, de Posy Simmonds (Sins entido)
  33. Piruetas, de Tillie Walden (La Cúpula)
  34. Sally Heathcote. Sufragista, de Mary M. Talbot, Kate Charlesworth y Bryan Talbot (La Cúpula)
  35. Feynman, de Jim Ottaviani y Leland Myrik (Norma)
  36. Corto Maltés. Equatoria, de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero (Norma)
  37. La anciana que nunca jugó al tenis y otros relatos que sientan bien, de varios dibujantes (con guion de Zidrou) (Norma)
  38. El ángelus, de Frank Giroud y Homs (Norma)
  39. 300, de Frank Miller (Norma)
  40. Black Hammer 1. Orígenes secretos, de Jeff Lemire y Dean Ormston (Astiberri)
  41. Superman. Hijo rojo, de Mark Millar y Dave Johnson (ECC)
  42. Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons (ECC)
  43. La Visión, de Tom King y Gabriel Hernández Walta (Panini)
  44. El bosque milenario, de Jiro Taniguchi (Ponent Mon)
  45. Solanin, de Inio Asano (Norma)
  46. El arte. Conversaciones imaginarias con mi madre, de Juanjo Sáez (Astiberri)
  47. Vincent, de Barbara Stok (Salamandra)
  48. Vidas paralelas, de Olivier Schrauwen (Fulgencio Pimentel)
  49. Röhner, de Max Baitinger (Fulgencio Pimentel)
  50. Blotch, de Blutch (La Cúpula)
  51. 1984, de Fido Nesti (novela G. Orwell) (Debolsillo)

Mirando hacia atrás con tiras

Tebeos con clase también disfrutó de su minuto de gloria (más bien veinte) en la reciente y exitosa edición virtual del Salón internacional del cómic y la ilustración de Tenerife. Dentro de los innumerables actos que congregó esta XVII entrega, la organización de Santa Cruz Cómic 2020 consideró interesante conocer un poco mejor nuestro proyecto y rememorar los diez años de funcionamiento de nuestro grupo de trabajo docente.

Desde aquí queremos agradecerles que hayan contado con nosotros y felicitarles por la riqueza e interés de las actividades, charlas y exposiciones que han conformado el lujoso programa de este año.

Además, queremos aprovechar esta entrada para celebrar el especial protagonismo de uno de los miembros del grupo, Julio Santamaría, que, también en el marco del Salón chicharrero, presentó su ya esencial libro sobre Blacksad. Un clásico instantáneo.




Sobre el cómic social y la escuela


Comenzaré esta entrada impugnando la falsa dicotomía entre entretenimiento y seriedad. Ni todo lo trascendente es aburrido ni todo lo liviano es necesariamente divertido: como casi siempre, entre el blanco y el negro existe una larga gama de grises. Digo esto porque se podría considerar materia descabellada siquiera sugerir el uso en el aula de un tebeo que aborde problemas sociales. El precepto de no introducir asuntos deprimentes en las vidas de un alumnado que ya tiene sus propios dificultades ha calado en la práctica docente más de lo que somos conscientes. Para problemas ya está la vida, se contraargumenta.

Sin embargo, debemos recordar que uno de los principales objetivos de nuestros centros educativos es contribuir de forma sustancial a la formación de una ciudadanía crítica y preparar, así, a los futuros ciudadanos y ciudadanas para que sean capaces de participar de forma activa en la vigilancia y construcción de un mundo mejor y más justo (algo que se antoja complicado si en nuestras clases no hacemos visibles las realidades incómodas que nos rodean).

Cambiar el mundo

Existe un tipo de creadores para los que la literatura puede y debe ser un lugar de denuncia de los males de la sociedad, que permite expresarse a los más desamparados y contribuye a transformar el mundo. Al concepto que engloba esta manera de pensar la literatura como acción se le ha denominado tradicionalmente literatura social.

Los vaivenes políticos, sociales y, por supuesto, económicos hacen que esta corriente literaria aparezca y desaparezca periódicamente del foco de la actualidad. Así, cada cierto tiempo, la literatura regresa a las vidas de los periféricos y los invisibles para devolverles a un primer plano, a pesar de las resistencias de aquellos que siguen entendiendo que la literatura es asunto demasiado elevado para mezclarse con el panfleto político, o que debe conducirnos más a la evasión que a la catarsis. En la literatura española contemporánea, interesantes autores como Isaac Rosa, Marta Sanz, Elvira Navarro o Pablo Gutiérrez, entre otros, han vuelto a introducir los conflictos sociales en sus libros.

Cómic social

 

 

 

 

 

 

La irrupción de la denominada novela gráfica también ha traído consigo el auge de un tipo de cómic que aborda aspectos sociales y problemáticas hasta entonces inéditas en la producción tebeística española. El éxito sin precedentes de dos obras esenciales publicadas en 2007, Arrugas, de Paco Roca (Astiberri) y María y yo, de Miguel Gallardo (Astiberri), abrieron las puertas a muchas otras que han recorrido esa senda hasta nuestros días.

El último hito en esta corriente ha sido la concesión del Premio Nacional del Cómic 2019 a El día 3, de Miguel Á. Giner Bou, Cristina Durán y Laura Ballester (Astiberri, 2018), en el que se relata el trágico accidente sufrido en el metro de Valencia el 3 de julio de 2006 y cómo, en aquel momento, los representantes políticos establecieron un blindaje gubernamental que obstaculizaba las investigaciones e intentaba imponer sobre la tragedia una densa capa de olvido, contra la que debieron luchar los afectados y sus familias durante años.

Entre esas dos fechas, son muchas las obras que se podrían mencionar en esa misma línea, pero me voy a limitar a dos cómics que tienen en común la participación de uno de los nombres anteriormente citados, Isaac Rosa, periodista y novelista nacido en 1974. Rosa es coautor, junto a Cristina Bueno, de Aquí vivió: Historia de un desahucio (Nube de Tinta, 2016) y prologuista de El mundo a tus pies, de Nadar (Astiberri, 2015).

 

 

 

 

 

En el primero, tal como indica su título, se aborda la plaga de los desahucios que ha asolado nuestro país desde la llegada de la crisis. Se trata de una novela gráfica que da testimonio de la destrucción de las clases medias y la perversa realidad construida por la burbuja inmobiliaria, pero que también nos adentra en los nuevos modelos de lucha ciudadana que surgen en contraposición y se enfrentan a las ejecuciones forzosas de los desahucios. Un escenario en el que los autores sabrán introducir con pericia diversas soluciones gráficas para ilustrar la convivencia diacrónica de pasado y presente en unos pisos que han sido testigos, por igual, de la ilusión y el drama.

El segundo tebeo, de título irónico, se ocupa de la generación perdida de jóvenes que, a pesar de su preparación y de las promesas con las que crecieron, se ven abocados a enfrentarse a una realidad que no cuenta con ellos: paro, precariedad y emigración forzosa serán las nuevas reglas del juego con las que deberá vérselas toda una generación para la que no ha habido ni soluciones políticas ni salidas.

En definitiva, nuestra propuesta es que, a través de estos u otros títulos, nos atrevamos a trabajar con nuestro alumnado, también mediante el cómic, ese despertar de la mirada crítica al mundo que nos rodea.

En ese sentido, hemos querido recopilar una serie de enlaces a pequeños cómics divulgativos sobre diversos aspectos sociales, entre los que destacan cuestiones como la perspectiva de género, los conflictos armados o los movimientos migratorios. Creemos que pueden ser ideales para trabajar en el aula en una pocas sesiones y sin necesidad de contar con un presupuesto específico, dado que todos ellos están actualmente disponibles en la red con carácter gratuito y algunos hasta vienen acompañados por su propias guías didácticas. Además del interés de los aspectos tratados, estos han sido creados por una estupenda nómina de autores y autoras del cómic patrio (con alguna incorporación foránea).

Si algún lector o lectora de esta entrada conoce otras propuestas similares que se nos hayan escapado, puede remitirnos los enlaces a través de los comentarios. Nos encantaría ir enriqueciendo esta selección con nuevas aportaciones. Gracias de antemano.

Joaquín Ayala

 

1. Puro Perú, Paco Roca, Ana Miralles, Núria Tamarit, Javier de Isusi y otros
La situación medioambiental del planeta, en la selva amazónica y en la sierra del Perú.

2. Pillada por ti, Cristina Durán y Miguel A. Giner Bou
Consecución de una sociedad libre de violencia contra la mujer. Defensa de los valores no discriminatorios, rechazo a estereotipos y la necesidad de respetar a la otra persona.

3. Esclavas, Alicia Palmer y Bosco Rey-Stolle
Lucha contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual.

4. Científicas. Pasado, presente y futuro, Raquel Gu
Ofrecer a las niñas y jóvenes referentes femeninos en el mundo de la ciencia para que este no les resulte ajeno por el mero hecho de ser mujeres.

5. Teresa Perales. Comics, David Aja, Purita Campos, Javier Olivares, Manel y Monteys, Calpurnio, Moderna de Pueblo, Luis Bustos, Miguel Ángel Martín, Liniers y otros.
Teresa Perales es una de las deportistas con más medallas en la historia de los Juegos Paralímpicos. Visibilizar el deporte de Personas con Discapacidad.

6. Gaza Amal, Susanna Martín
Gaza Amal es un cómic de la UNRWA (Agencia de las Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina) que rompe prejuicios y estereotipos sobre las mujeres de Gaza.

Como apoyo del proyecto Gaza-Amal, esta guía didáctica trabaja los Derechos Humanos y la Igualdad de Género a través de las historias de mujeres refugiadas de Palestina

7. Cuando cierro los ojos, recuerdo, Cristina Bueno
Trata, en clave de género, el viaje forzado de las personas refugiadas y la guerra de Siria.

8. Pasitos en la arena, Brice Reignier
La cuestión de la migración y, en particular, la protección de los niños en movilidad. Abordar las causas profundas de la migración irregular y el desplazamiento forzado. La protección de los niños en movilidad de conformidad con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.

9. El conflicto del Sahara en menos de 3000 palabras, Mauro Entrialgo
Este cómic pretende acercar de manera sencilla y resumida el conflicto del Sahara Occidental a adolescentes, jóvenes y personas adultas.

10. Imposible mirar para otro lado, Alfonzo Zapico
Varios relatos sobre la construcción de la paz a través de la sensibilización y la educación para el desarrollo. Conflictos armados.

11. Palestina. Un vistazo al pasado, una mirada al presente, Bernardo Vergara
Una aproximación al conflicto palestino- israelí, que permanece enquistado desde hace más de sesenta años.

12. ¿Qué es el comercio justo?, Iago Araujo
Una mirada al funcionamiento del mercado internacional de materias primas, a los impactos de las grandes superficies sobre la economía local, las tiendas de barrio, el campesinado y el medio ambiente. La alternativa del comercio justo y el consumo responsable.

Actualización: La guionista de Esclavas, Alicia Palmer, nos remite el enlace a otras dos cómics suyos que pueden descargarse en la página de los amigos de Tebeosfera, en el siguiente enlace: https://www.tebeosfera.com/colecciones/hombres_feministas_2017_cepaim.html

Muchísimas gracias por enriquecer esta entrada.

2020 Année Nationale de la Bande Dessinée

La 47 edición del Festival de cómic de la ciudad francesa de Angoulême da el pistoletazo de salida a un año lleno de actividades relacionadas con el noveno arte y que tiene como padrinos y madrinas a artistas relevantes del mundo del cómic franco-belga como son Florence Cestac, Catherine Meurisse, Jul y Regis Loisel . El Gobierno francés apuesta por un arte muy popular dentro de sus fronteras  pero al que no se le da el suficiente valor por parte de las instituciones públicas. Francia es el tercer país productor mundial de cómic y su creación se ha multiplicado por diez desde 1996. Hoy en día, cerca de 8 millones de franceses compran cómics, es decir, un 14% de la población. Su peso económico es importante, pero frente a estas cifras hay desequilibrios y debilidades que afectan, sobre todo, a la situación económica y social de los autores.

 

El Ministro de Cultura, Franck Riester, anunció que 2020 será el año dedicado a potenciar el conocimiento del noveno arte, a hacerlo más accesible, más atractivo y a darle su lugar en instituciones públicas, ya sean bibliotecas o centros educativos. Este anuncio viene respaldado por un estudio realizado durante 2019 por  Pierre Lungheretti, director  de la Cité internationale de la BD, titulado “ La Bande Dessinée, nouvelle frontière artistique et culturelle, 54 proposistions pour une politique nationale renouvelée” en el que preconizaba una refundación de la política pública, articulada en siete ejes:

  1. Reforzar el reconocimiento institucional y simbólico del Noveno Arte.
  2. Mejorar la situación de los autores.
  3. Desarrollar la difusión y la visibilidad del cómic, favoreciendo el pluralismo.
  4. Iniciar una política voluntarista de educación artística y visual.
  5. Asegurar una mayor influencia del cómic francés en el mundo.
  6. Llevar a cabo una política nacional del patrimonio del cómic.
  7. Establecer una nueva organización ministerial en torno a la BD.

Con el lema “La France aime le 9º art” se llevarán a cabo en torno a 700 iniciativas en todo el Hexágono organizadas conjuntamente por el Centro Nacional del Libro (CNL) y la Ciudad Internacional del cómic y de la imagen (CIBD), en colaboración con el Ministerio de Cultura. Todas estas actividades, sean exposiciones, charlas o festivales, entre otras iniciativas, se articulan en torno a los siguientes temas:

  1. Popular, para acercar el cómic al gran público.
  2. Artístico, para mejorar la labor de los autores y la creación en toda su diversidad.
  3. Cultural y patrimonial junto con las entidades culturales, nacionales y autonómicas.
  4. Educativo, para ampliar y mejorar la presencia del cómic en la escuela.
  5. Profesional, junto con los representantes de autores, de festivales, de editores y de sociedades de gestión de derechos de autor.
  6. Académico, intelectual y de investigación.
  7. Internacional, para extender la presencia y notoriedad de la creación francesa en el extranjero.

En medio de toda esta publicidad y apoyo por parte del gobierno galo, quedan algunas preguntas  que esperemos tengan respuesta a lo largo de este 2020:

¿Cómo darle al cómic su espacio en la cultura? ¿Cómo conseguir que los autores se puedan ganar la vida con sus creaciones? ¿Cómo conseguir que las jóvenes promesas puedan desarrollar su talento y creatividad en medio de un mercado en desarrollo?

Edurne Binoche

Aprendiendo a narrar con imágenes

Durante mis bastantes años dando clase he probado en muchas ocasiones a que los alumnos dibujen un cómic.

El primer bloqueo surge con su valoración de lo que es un buen dibujo, motivo por el que muchos abandonan sus trazos al verse incapacitados para representar de forma realista el entorno. Como bien decía el ilustrador Puño en una charla, la pregunta no es ¿Cuándo empezaste a dibujar?, sino más bien ¿Cuándo dejaste de dibujar?, ya que todos los niños manifiestan su deseo de dejar su huella en un papel cuando no, directamente en la pared.

La labor del profesor estriba en hacerles ver que el cómic trata de conceptos y símbolos, no de realismo, y que un buen dibujo, al menos en el caso del cómic lo es cuando cumple los objetivos que se ha planteado su autor, lisa y llanamente. La falta de pericia es lo que les provoca inmovilismo. Yo procuro jugar con ellos al Pictionary, del  cual sacamos múltiples enseñanzas. Lo ideal es usar palabras no tangibles, conceptos tales como “repetir”, “empatar”-prohibiendo el uso de números-“divorcio”, “testigo”, “caos”, etc.

Les hablo de la metonimia, cómo usamos una chola con calcetín para representar la palabra guiri, o un volante para un coche.

También del  ruido. En muchas ocasiones el alumno se bloquea y al no tener más recursos para proporcionar información válida al resto de la clase se dedica a pintar un bigote al personaje, por ejemplo. Es entonces cuando hago hincapié en que, usando tan pocos elementos, cualquiera que introduzcamos es elevado a la categoría de crucial y si no aporta nada sino que despista es, simplemente, ruido.

Hablamos, a su vez, de la mayor ambigüedad del lenguaje visual frente al verbal, les hago pensar en otras maneras de representar la misma palabra que el que la ha realizado en la pizarra.

Otra conclusión que podemos sacar de este completísimo ejercicio es el uso simbólico de la imagen. Más de uno dirá que conoce a un guiri que no lleva cholas, pero yo recurriré a los pictogramas de aseos femeninos para demostrar que, aunque ninguna alumna lleve falda en ese instante en la clase, todos interpretan que esa puerta conduce al baño de las chicas, o que un agujero cuadrado con un arco de semicircunferencia encima es percibido antes como una madriguera de ratón que la real. ¿Cuántos ratones manejan el compás y la escuadra y el cartabón?

También cabe desarrollar la exageración de lo expresado gráficamente en aras de la claridad. Normalmente hacen tímidamente una boquita para una persona habladora o no relacionan dos figuras, poniéndolas de frente al espectador, con los brazos caídos.

Les pido que si los monigotes tienen que ver entre sí se toquen o miren, y que el personaje palicoso tenga una boca gigante y 20 bocadillos de texto alrededor.

Luego viene la madre del cordero. Plantear una historia. “No se me ocurre nada” o bien “Va Juan por la calle se encuentra a Ayram. Se saludan. Fin.”

No, no. Hay que plantear un conflicto. Un personaje quiere algo y equis se lo impide. Se resuelve de una forma inesperada.”Ah, ¡Ya sé! Ayram es abducido por los alienígenas. Se escapa. Fin”

“No, no.”

“¡Ya sé! ¡ Al final lo matan!”

Total, que habría que recurrir al uso de anécdotas. Para ellos, a esas edades, todo tiene una importacia crucial y un viaje a Disneylandia les parece la hostia, aunque no tenga ni planteamiento, ni nudo, ni desenlace.

Una idea que surgió de la colaboración con Eduardo González  fue barajar esas ideas en una bolsa y que, cual amigo invisible, ellos sacaran una ajena y trataran de narrarla. Si no funciona, al menos servirá para que se den cuenta de que sus compañeros no han escrito una historia, que no hay un conflicto y que nada avanza y desde luego, no tendrá el carácter emotivo de haberlas protagonizado en primera persona y esa distancia hará que traten de conferirles un nuevo interés.

Los cuentos infantiles funcionaron en una ocasión para 4º de la ESO.

Otras maneras de evitar esto son que cuenten un chiste. Aquí el peligro es que el chiste sea verbal y la omisión de la imagen derive en idéntico significado.

Si tapamos la imagen y leemos el texto, ambos chistes funcionan igual que con ella.

Si tapamos la imagen y leemos el texto, ambos chistes funcionan igual que con ella.

Por supuesto, los aguijoneamos u obligamos a que incluyan una tormenta de ideas con un número mínimo de palabras. Si les digo que 30, se les hace cuesta arriba, a pesar de haberla hecho sin mayor problema e identificando al menos 60 vocablos entre todos, en una relativa a “fútbol” o “peluquería”. Les explico que no lo vean como un trabajo, sino como el material -los ladrillos- con los que podrán edificar la historia; a mayor cantidad de ladrillos, más posibilidades. No cala, pero ayuda.

Deben colocar las palabras en columnas para verlas globalmente y relacionarlas fácil y visualmente. El final ha de ser lógico pero inesperado- les insisto.

En cuanto al miedo a la hora de representar la información se pueden encontrar principalmente dos, diametralmente opuestos: o el alumno sabe dibujar demasiado, con lo cual se luce olvidando lo primordial, esto es, la información a comunicar, e incluyendo cantidades industriales de ruido gráfico, o no sabe dibujar nada y poner un personaje de perfil  le resulta un mundo.

Para el primero podemos optar por simplificar usando las herramientas de Ivan Brunetti  en su libro Cartoooning , me refiero a dibujar el coche que conozcan en 5’ con la mayor cantidad de detalles que recuerden, hacer lo mismo en un segundo y tercer dibujos pero con 30“ y 10´´ respectivamente, con la instrucción obligatoria de terminarlo en ese lapso.

Para los segundos mucha gente opta por herramientas existentes en la web, pero que, a mi criterio, son un error. Estas son como cliparts, y estriba en ellas el peligro de que tengan información no deseada, tal como una postura que mola (un escorzo, por ejemplo, cuando en ese plano no sería pertintente) o una vestimenta inadecuada.

Los alumnos se podrían colocar en las posturas de los personajes y fotografiarse con el móvil, aunque el entorno real, plagado de detalles aleatorios , compite de nuevo con la información a transmitir, creando más y más ruido visual. El cómic trabaja con conceptos, la realidad rebosa ruido.

Otro recurso es escenificarlo mediante mímica, algo más próximo al lenguaje del cómic, en la que los alumnos sí estarán pendientes de qué información necesitan transmitir y la recrearán al no estar disponible en su alrededor inmediato.

Yo insisto en la idoneidad de los muñecos de palo, eso sí, con características distintivas que los hagan diferenciarse en el caso de ser deseable o imprescindible. Un bigote, un sombrero, o una camiseta de un color determinado pueden ser más que suficientes para este objetivo.

El uso de un guión gráfico y de unos bocetos se demostrará requisito sine qua non para la realización del cómic. ¡Cuántas veces no me habrán dicho aquello de “Y aquí va un ejército de mil mongoles con las armaduras centelleando al sol” y yo les habré dicho. “Vale, pues dibújalos.”

Cierto, un alumno de la ESO no se expresa así, nunca me lo han dicho, pero sí descripciones carentes de muchas decisiones relevantes, tales como el uso del plano, dónde van los bocadillos, qué elementos están en primer término, dónde van los negros, etc.

No solamente a todos estos inconvenientes se enfrenta el profesor que decide exponer a sus alumnos a la realización de un cómic. El uso de los distintos planos también será soslayado por parte de ellos. Tal y como Segar, autor de Popeye, lógica y sinceramente hiciera en la primera veintena del siglo XX , titulando su tira periodística como Timble Theater (algo así como teatro del dedal) los alumnos usarán solamente un plano general, deudor del que constamente los espectadores observan el teatro, en el que los personajes se moverán a derecha e izquierda. Si algún elemento es demasiado pequeño para ser subrayado o percibido con claridad en un primer plano se perderá en ese otro tan alejado, elegido por  los alumnos por simple y plana falta de costumbre o análisis. Por ello, pienso que sería adecuado obligar a los alumnos al uso de varios planos distintos del general en la narración de su historia.

Otra cuestión que podemos manejar es el orden de los planos. Un sano ejercicio es reordenar los planos de una página ya editada para conseguir que tenga un sentido, seguramente otro del planteado originalmente.

Muchas veces ignoran la información que están comunicando y la dan por sobreentendida, en un “Yo me entiendo” tan propio de ellos en el lenguaje hablado.

“Es que la madre…”-explican…

”¿Quién es la madre?”

”Esta”

”¿Y cómo lo sabemos? ¿Se ha visto o dicho antes?”

Antes que nada, el alumno habrá de colocar los bocadillos de texto, de manera que sean legibles (de izquierda a derecha y de arriba abajo) y se dará cuenta de que el personaje que primero hable debe estar colocado a la izquierda.

Otro ejercicio sanísimo es leer el cómic sin texto y ver qué se desprende de él. Podemos verbalizarlo, describiendo la acción.

Esta página de Yves Chaland es un magnífico ejemplo de ello, en la que prácticamente toda la información está dada mediante el dibujo.

 

 

No sé si todo esto servirá de algo. Hoy he puesto el ejercicio de crear una historia corta en un 2º de la ESO, asignatura de Prácticas comunicativas y creativas. He puesto un guión relativo a las posibilidades que tenían: Tormenta de ideas de un tema que les molara, uso de una anécdota personal, adaptación de un cuento infantil, adaptación de un chiste visual.

Nadie ha hecho nada, sólo el empollón ha escrito algo: “Estábamos tirando petardos cuando uno salió rodando calle abajo. Explotó junto a un coche de policía que pasaba justo por allí.” “Vale. ¿Y cómo acaba?” “Salimos corriendo y llegamos a casa.”

Álvaro Manzanero

El tebeo: una herramienta más en las materias de secundaria.

En Tebeos con clase estamos convencidos de las posibilidades ilimitadas del noveno arte como herramienta educativa. Cada vez son mas los profesionales de la educación que abren una ventana al cómic en sus aulas, algo que coincide en el tiempo con el reconocimiento social del medio (consolidación del Premio Nacional de Cómic, adaptaciones a otros formatos, presencia en medios de comunicación…). Con todo, la falta de información sobre títulos que puedan encajar con nuestra asignatura puede refrenar nuestro entusiasmo inicial hacia los tebeos.

Está claro que la naturaleza híbrida del medio, mezcla de imagen y texto, hace que cualquier cómic sea susceptible de ser objeto de nuestra atención en las materias de Educación Plástica, Visual y Audiovisual, de Lengua Castellana y Literatura y de idiomas (recordemos la importancia de los mercados franco-belga y norteamericano). Pero esto no quiere decir que no haya obras a las que se pueda sacar un partido extraordinario desde otros departamentos didácticos. El de Geografía e Historia sería, sin duda, el mejor posicionado de todos ellos. La vista atrás para recuperar la memoria de lo que Hobsbawn llamara “corto siglo XX” ha dado su fruto en títulos tan indispensables como Maus, de Art Spiegelman, o El arte de volar y El ala rota, de Antonio Altarriba y Kim. La lista de tebeos recomendables para Geografía e Historia es tan amplia que lo mejor será echar un vistazo al blog de Historia y cómic, cuyo responsable, David Fernández de Arriba, es también el coordinador del recién publicado Memoria y viñetas. La memoria histórica en el aula a través del cómic.

Y sin embargo, el universo del cómic es tan vasto que es posible descubrir ejemplares de calidad que aporten nuevos modos de acceder al alumnado desde todas las materias de la ESO. No es nuestro propósito en esta entrada el hacer un extenso catálogo de todos ellos. Mencionaremos unos cuantos como botón de muestra y, si se animan, quedan a su disposición los comentarios para ir engrosando la lista.

Comencemos, por ejemplo, con Feynman, de Ottaviani y Myrick, una biografía del excéntrico Nobel de Física en la que se da cuenta de sus trabajos en el campo de la mecánica cuántica y su participación en la creación de la bomba atómica.

Otro Nobel, en este caso de Literatura, fue el filósofo y matemático Bertrand Russell, cuya larga y ajetreada vida sirve de hilo conductor en Logicómix. Una búsqueda épica de la verdad, de Apostolos Doxiadis y Christos H. Papadimitriou para conocer los avances matemáticos y a sus protagonistas a finales del XIX y comienzos del XX.

Filosofía en viñetas, de Michael E. Patton y Kevin Canon, hace, en cambio, un recorrido por la filosofía basado no tanto en una historia cronológica como en una reflexión sobre los grandes interrogantes a los que se enfrenta esta disciplina y a cómo los han abordado los filósofos más relevantes.

Por último, mencionaremos El increíble viaje de Alexander von Humboldt al corazón de la naturaleza, de Lilian Melcher y Andrea Wulf, un intento de abarcar la vida de quien fue uno de los mayores hombres de ciencia del XIX. Un cómic que une los conocimientos sobre el autor de Wulf a la interesante propuesta gráfica de Melcher.

Lo dicho. Hay un cómic para cada materia. Suma y sigue.