POLIGONERAS DE MATRÍCULA DE HONOR

El trabajo fin de grado de Iris Rodríguez en la ULPGC pone en valor el papel de las mujeres en el movimiento vecinal del Polígono de Jinámar entre 1980 y 1987.

Dignificar la palabra poligonera, vaciarla del tono despectivo y darle el significado social y político que se ganaron en los años 80 las mujeres del Polígono de Jinámar, protagonistas del movimiento vecinal que logró transformar este núcleo marginal y dotarlo de servicios esenciales como agua, luz, transporte, parques o colegios. Este es el objetivo del trabajo fin de grado (TFG) en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, de Iris Rodríguez Barrameda, calificado con Matrícula de Honor.

Poligoneras. Mujeres en el Movimiento Vecinal del Valle de Jinámar es el título del estudio dirigido por los profesores de la ULPGC Juan Manuel Santana Pérez y Federico E. González Ramírez, en el que Iris Rodríguez ahonda en el movimiento vecinal en el Polígono de Jinámar entre 1980 y 1987, desde una perspectiva de género y de clase.

«Son muchas las razones que me llevaron a decidirme por este tema. En un primer momento, porque mi abuela participó en el movimiento vecinal y crecí oyendo como nació, lo que sufrieron y como lucharon para conseguir que Jinámar pudiese tener las infraestructuras necesarias para vivir. También porque soy de Jinámar y quería hacer algo sobre el lugar al que pertenezco. Pero sobre todo, porque las investigaciones que se han hecho sobre espacios socio-urbanos de exclusión siempre son desde una perspectiva androcéntrica, donde el protagonista es el hombre, y yo quería hacerla desde una perspectiva de género, buscar a estas mujeres y hacerles entrevistas, que me comentaran su experiencia«, indicó la joven de 24 años, graduada en Historia.

Entre otras cuestiones aborda el estigma que padecieron las primeras vecinas del barrio de Jinámar y las consecuencias que tuvieron sobre ellas y el territorio. Precisamente uno de los retos marcados por la autora era el de definir y dar valor al papel que jugaron estas vecinas como mujeres de clase obrera, estigmatizadas e integradas en un espacio socio-urbano de exclusión. «Nosotros consideramos que a la hora de abordar el estudio era primordial dignificar la palabra «poligonera», utilizada para adjetivar despectivamente a estas mujeres, queríamos darle el significado social y político que merecen y, por tanto, reconocerles su lucha y ese papel tan importante que jugaron para darles a sus hijos una vida digna«.

De esta forma Iris Rodríguez rescata del olvido este proceso social, cuyos años más fuertes de lucha se centraron entre 1980 y 1984, a pesar de que se alargó hasta 1987. Se trató de un movimiento con características propias, como la autogestión y el apoyo mutuo, donde el hombre encabezaba o presidía, pero eran las mujeres las que llevaron el peso de la lucha, haciéndola visible en la calle.

Según recoge el trabajo, todo surge a raíz del incumplimiento del Plan Parcial de 1972 que contemplaba una serie de infraestructuras y servicios públicos que no se llevan a cabo. «Lo único que se verá reflejado en los primeros años es el colegio público Montiano Placeres, abarrotado de todas las niñas y niños que habitan el Polígono de Jinámar. Así pues, vivieron sin agua potable, sin electricidad, incluido el alumbrado público, entre basura y aguas fecales, sin centro de salud, ni transporte público, entre otras 43 dificultades más«, indica la joven.

Ante esta situación se crean por fases distintas asociaciones para luchar por el abastecimiento de servicios públicos de los que fueron excluidos, para luego constituirse en el movimiento vecinal. «Fue un movimiento con unas bases comunitarias, de ayuda mutua y autogestionado por las propias vecinas y vecinos, además, con el componente de clase y de carácter democrático, pues realizaban asambleas llegando a consensos y requiriendo la opinión de la vecindad, e incluyendo a todos y todas por igual en dicha lucha«, apunta la autora del estudio.

Pero dicha lucha tiene también una especificidad importante de género: mientras que los hombres presiden las asambleas del movimiento vecinal y las propias APAS de los colegios, son las mujeres las que participan en las manifestaciones, huelgas, recogida de firmas…

«Hay pocas mujeres dirigentes y que se atrevan a ir a las asambleas, pero a la hora de estar presentes en la calle son la mayoría. De modo que estas mujeres subvierten su rol asignado escapando de su espacio privado para participar en el espacio público, convirtiéndose en sujetos políticos y sociales. Estas mujeres no sólo rompen con los límites impuestos por la sociedad, sino que también arman, sustentan y encauzan procesos«, informa Iris Rodríguez.

La autora del estudio subraya que dicha situación es un patrón común en todos los movimientos vecinales de España. «El hombre siempre estaba en cabeza, es quien dirige las asambleas y quien las preside, y aquí incluso es curiosos que en las APAS de los colegios era el hombre el presidente, pero después, a la hora de acudir a las reuniones, a las manifestaciones, a las huelgas, a las recogidas de firmas… la mayoría eran mujeres. La base del movimiento eran las mujeres, y no se les reconoce el papel que hicieron«.

Un papel que reivindica esta joven del Polígono de Jinámar desde la rigurosidad de la academia. Los resultados de su estudio redefine la palabra «poligonera» y le otorga un nuevo significado, el de mujeres combativas, comprometidas y politizadas. «En aquel momento no había agua, ni electricidad, no había transporte público, no había colegios… no había nada. Los niños jugaban con basura, en los barrancos por donde corrían las aguas fecales. Lo primordial para ellas era dar ese dignidad a sus hijos e hijas, eran unas mujeres luchadoras y comprometidas que, al entrar en este tipo de movimientos se convirtieron en mujeres politizadas, independientemente de si tenían estudios o no, y esta es otra de las curiosidades de este movimiento de Jinámar«.

Tras esta mirada al pasado del barrio, una de las conclusiones del trabajo ponen de manifiesto la situación actual de descontento por parte de las y los protagonistas de aquella lucha. «A la hora de entrevistar a las mujeres y a los hombres que participaron en los años 80 en este movimiento vecinal, la mayoría expresaron su disgusto porque hay una despolitización. Los jóvenes de hoy en día no hacen nada, no están luchando, seguimos marginados y no estamos haciendo nada para solucionarlo«, apuntó la titulada en Historia.

Ella da un paso al frente para remediar esta situación a través de su TFG. «Este estudio lo quería hacer precisamente por eso, para que se conozca a Jinámar, se reconozca su lucha, pero también para que los jóvenes, tanto de mi edad, como los que vienen detrás, lean que tenemos un pasado importante, muy bonito y que deberíamos coger el testigo de esa lucha«.

Entre sus planes de futuro está la realización de un Máster Universitario en Estudios de Género, y después el doctorado, con la mirada puesta en una tesis doctoral que refuerce sus investigaciones en Jinámar. «Quedan muchas cosas pendientes, como el papel que jugaron las primeras profesoras, el punto de vista de las niñas, que no tenían una zona de ocio para jugar, la educación que recibieron, cómo se sienten tratadas fuera de Jinámar… Y después llevarlo más a la actualidad de los jóvenes, de sus inquietudes. Aquí los chicos y las chicas están muy desmotivados, sólo quieren salir del barrio«, concluyó Iris Rodríguez.

María Jesús Hernández – LA PROVINCIA

OCHO MUJERES SURREALISTAS QUE NO SON Frida Kahlo

La historiadora de arte Whitney Chadwick señala en el catálogo In Wonderland: Las Aventuras Surrealistas de Mujeres Artistas en México y los Estados Unidos (registro de la exposición realizada el año 2012 del museo LACMA): El Surrealismo tuvo un modelo de prácticas creativas que animaron a muchas mujeres a adaptar sus principios a la búsqueda de vincular la auto-identidad artística con el género y sexualidad femenina.

A pesar de que en el movimiento surrealista que tuvo lugar en la Europa del siglo XX predominaron los hombres, las mujeres han contribuido a este género a lo largo de ese siglo y hasta en el período contemporáneo. Así que dejaremos a nuestra querida Kahlo esta vez fuera, para destacar a otras ocho mujeres surrealistas cuyas carreras abarcaron todo, pintura, fotografía y hasta poesía.

GERTRUDE ABERCROMBIE

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The Courtship, 1949

Con un gusto por la luna, los gatos negros y las mujeres misteriosas, Gertrude Abercrombie conjuró un imaginario y medio oeste gótico en sus pinturas. Originaria de Austin, Texas, Abercrombie pasó la mayor parte de su vida en Chicago y, en la década de 1940, ella y su marido se instalaron en un lujoso hogar victoriano, donde a menudo realizaron extravagantes fiestas para músicos de jazz y artistas. En contraste con su agitada vida, las figuras planas de Abercrombie y los paisajes amplios – iluminados silenciosamente por el cielo de la noche – le dan un toque mundano a pinturas de otro mundo.

REMEDIOS VARO

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     Papilla Estelar, 1958

Cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial, la pintora española Remedios Varo y su segundo esposo, el poeta surrealista francés Benjamin Péret, huyeron de la España de Franco y de la París ocupada por los nazis, estableciéndose finalmente en México, donde Varo desarrolló su ingenioso estilo de surrealismo. Muy influenciada por la literatura, la naturaleza, la religión y sus amistades con la pintora Leonora Carrington y la fotógrafa Kati Horna, Varo tradujo sus curiosidades intelectuales y espirituales en imágenes fantásticas. Desde la mujer encubierta con ojos en forma de almendra y pelo plateado salvaje, preparándose para liberarse de un espíritu masculino en Mujer saliendo del psicoanalista (1960), a una delgada figura femenina que se ve encaramada en el espacio, moliendo las estrellas y alimentando a una luna creciente encerrada en Papilla Estelar (1958), las pinturas de Varo son el más salvaje de los sueños.

DOROTHEA TANNING

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Izquierda:  Fatal, 1947

Derecha:  High Wires, 1950

Birthday (1942) es un cautivador e inquietante autorretrato de Dorothea Tanning como una mujer de pecho desnudo. La artista y una criatura mítica y alada miran a un intruso desconocido -quienes podríamos ser nosotros, los espectadores- que interrumpen a los personajes antes de embarcarse en un viaje por el infinito pasillo de las puertas abiertas. Inspirada en el dadaísmo, el bronceado representaba a menudo a mujeres jóvenes en estados de reposo emocional y sexualmente cargados. Dorothea vivió en Nueva York, donde conoció a otros surrealistas y a su marido Max Ernst. La pareja pasó un tiempo en esta ciudad y en Sedona, Arizona, antes de mudarse a Francia a finales de la década de 1950, donde Tanning comenzó a centrarse en la abstracción y la escultura blanda. Después de la muerte de Ernst en 1976, Tanning regresó a Estados Unidos y posteriormente publicó dos memorias.

HELEN LUDENBERG

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        Izquierda:  Portrait of Inez, 1933      Derecha: , Biological Fantasy, 1946

En 1934, una de las mujeres surrealistas más importantes de California, Helen Lundeberg, y su esposo, Lorser Feitelson, crearon lo que se conoció como post-surrealismo, escribiendo el único manifiesto de Estados Unidos para desafiar el surrealismo europeo de André Breton – que abogaba por la expresión de “El automatismo psíquico”. A diferencia de sus colegas europeos, Lundeberg creía en emplear una forma más racional de creatividad para representar la mente inconsciente. Como un sueño lúcido, sus pinturas reflexionan cuidadosamente sobre los misterios de la biología, la astronomía y la física.

MERET OPPENHEIM

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             Object, 1936

En el París de los años 30, Meret Oppenheim se movió dentro de los mismos círculos que Breton y Ernst, y trabajó como una reconocida musa fotográfica de Man Ray, en una serie de retratos desnudos y eróticos. Aunque ella experimentó con la pintura y la fotografía, Oppenheim es la más conocida por su vajilla cubierta de piel. Esta transformación de objetos cotidianos en referencias simbólicas, que apuntan a la explotación del cuerpo femenino por parte de la sociedad, logró que el reconocimiento de Oppenheim fuera por mucho más que ser una musa.

KAY SAGE

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The Outline of Silence, 1950

El evocador surrealismo de Kay Sage -que recuerda los sombríos paisajes de Giorgio de Chirico, sus edificios escarpados y las formas esféricas de su marido Yves Tanguy en espacios desolados – fue tremendamente influyente en Estados Unidos en los años treinta. Sage pasó su infancia en Europa y Nueva York, y más tarde se integró al club de chicos surrealistas parisinos, donde conoció a Tanguy en 1939. Una vez que desarrolló un estilo maduro, con formas arquitectónicas fuertes y líneas de horizonte precisas, Sage exhibió constantemente en Nueva York y Europa a lo largo de los años 40 y 50. Lamentablemente comenzó a perder la vista a mediados de los años cincuenta, pero alcanzó a escribir cuatro volúmenes de poesía y los comienzos de una memoria.

ROSA ROLANDA

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Retrato de Dolores   del Río (1931)

Originaria de California, Rosa Rolanda mantuvo una célebre carrera como bailarina de Broadway en Nueva York a principios del siglo XX, pero, influenciada por un romance con el artista mexicano Miguel Covarrubias, desarrolló un don para la fotografía y la pintura después de mudarse a México en 1925.

LEONORA CARRINGTON

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Baño de pájaros, 1974.

La artista nacida en Reino Unido, Leonora Carrington, tuvo una carrera ilustre que se extendió durante siete décadas, produciendo una amplia gama de pinturas y esculturas que exploraron temas míticos y también publicó cuentos. Instalándose en Francia con su pareja y compañero pintor surrealista Max Ernst, Carrington expuso en la “Exposición Internacional del Surrealismo” en 1938. En los próximos cuatro años, sufrió un colapso nervioso, participó en la exposición de 1942 “Primeros Papeles del Surrealismo” en Nueva York, y junto a Marcel Duchamp escriben la memoria surrealista En bas (1943) y emigra a México. Allí, Carrington desarrolló una estrecha amistad con Remedios Varo, se casó con el fotógrafo húngaro Emeric Weisz en Ciudad de México, y dominó su cautivante, mágico estilo realista.

TEDDY QUINLIVAN HACE HISTORIA EN LAS PASARELAS

Teddy Quinlivan ha hecho historia al convertirse en la primera modelo trans que trabaja para Chanel.

La maniquí lo ha anunciado en su cuenta de Instagram, donde compartió su primer vídeo para una campaña de belleza de la casa francesa. “Este ha sido uno de los momentos triunfantes de mi carrera. Toda mi vida ha sido una lucha. Desde ser acosada en el colegio, chavales amenazando con matarme explicando de forma gráfica y detallada cómo lo harían, a mi propio padre pegándome mientras me llamaba maricón, a recibir el revés de la industria después de que revelase a que había sido acosada en el trabajo… Esto es una victoria que ha hecho que todo este infierno valiese la pena

Esta no es la primera vez que Quinlivan trabaja con Chanel. Se subió a la pasarela de la casa francesa en dos desfiles, pero lo hizo antes de revelar públicamente su verdadera identidad de género. “Cuando salí de aquel armario sabía que mi trabajo con algunas marcas podría finiquitarse… pero aquí estoy, en una campaña de belleza de Chanel”.

Teddy Quinlivan

Desde que Quinlivan dijo que era trans, ha trabajado con marcas como Redken, Lacoste, Coach y Louis Vuitton y la hemos visto desfilar para Giambattista Valli, Philip Plein o Dsquared2, además de protagonizar multitud de editoriales en publicaciones de moda. Con su campaña de Chanel, sigue la estela marcada por otras compañeras que también están haciendo historia convirtiéndose en rostros de marcas de belleza. Ese es el caso de Andreja Pejic (Make Up Forever, Redken), Lea T en Redken, Valentina Sampaio (L’Oreal) e Ines Rau, imagen de Balmain Hair.

trans chanel

VACUNA CONTRA EL ODIO EN LOS CENTROS

La próxima semana comienza el curso escolar…Arranca el curso y volvemos a los centros para trabajar la diversidad, para visibilizar las realidades afectivas, familiares e identitarias que componen nuestra sociedad, hacerlas reconocibles y entendibles, y así vacunar contra el odio y la discriminación para que la infancia y la juventud vean reconocido su derecho universal al libre desarrollo de su personalidad.

Cada curso, el Colectivo Gamá llega a más de 5000 estudiantes y quiere seguir ampliando el horizonte para frenar el odio antes de que lo inoculen.

Para ello, si trabajas en la enseñanza en cualquier centro a partir de 5º de Primaria,  solicita de nuestras intervenciones educativas subvencionadas por la Consejería de Educación y Juventud del Cabildo de Gran Canaria.

Si eres familiar, pide al centro que cumpla su obligación de generar escuelas seguras, libres de violencia y discriminación, y, ofrécenos como recurso para formarles, asesorarles o intervenir en los centros.

 

Infórmate en 928 433 427 / juventud@ colectivogama.com

PRINCE&KNIGHT

«Érase una vez…» es la manera en la que han empezado los clásicos cuentos con los que todos y todas hemos crecido. Desde bien pequeños, estos relatos nos han hecho soñar con castillos, reinos, magia, dragones, príncipes y princesas. Sí, solo príncipes y princesas, porque lo de educar en la diversidad desde la infancia nunca ha sido una cuestión importante.

Siguiendo una estructura similar en la que una princesa se encuentra en apuros para que un valeroso caballero la salve y acaben enamorándose, lo cierto es que en los últimos tiempos han comenzado a surgir otro tipo de historias en los que esta cuestión pasa a un segundo plano. El movimiento feminista y el empoderamiento de la mujer ha sido clave en este proceso en el que ahora son ellas las que se salvan a sí mismas, como sucede en películas como ‘Brave’ o ‘Vaiana’.

Sin embargo, la tarea pendiente y que aún seguimos arrastrando es la de superar la heteronorma. Las historias de amor de los cuentos siempre retratan relaciones entre un hombre y una mujer, invisibilizando otras realidades igual de válidas. Los gritos de diversidad, no obstante, cada vez suenan más, y buena prueba de ello son todos esos fans de ‘Frozen’ que piden que su protagonista, Elsa, encuentre una novia que la haga feliz.

‘El príncipe y el caballero’

Quizás a Disney aún le cueste asumir la realidad LGTBI, pero por suerte otros cuentos ya se han atrevido a abrazar el arcoiris presentando preciosas historias de amor entre personas del mismo sexo. Buena muestra de ello es ‘Prince & Knight’ (‘El príncipe y el caballero’), un cuento escrito por Daniel Haack e ilustrado por Stevie Lewis que se ha convertido en una verdadera revolución.

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Ha sido a través de las redes sociales donde ‘Prince & Knight’ ha adquirido mayor repercusión. Una usuaria de Twitter ha compartido varias fotografías del cuento ilustrado convirtiéndose en un completo fenómeno viral, arrastrando 30.000 reuits y casi 80.000 ‘me gusta’.

«El rey y la reina ayudan a su hijo, el príncipe, a buscar una mujer entre las doncellas del reino, pero él no está interesado en ninguna. Tras mucha deliberación, el príncipe decide abandonar el reino para pensar en su futuro. Mientras está fuera, un dragón amenaza al pueblo y a la familia real. Entonces el príncipe y e caballero derrotan al dragón y se dan cuenta de que están hechos el uno para el otro. Los reyes están felices porque su hijo ha encontrado el verdadero amor».

Próximamente, La doncella y la princesa

Tal ha sido la repercursión, que el autor del cuento, Daniel Haack, ha contestado agradeciendo los comentarios positivos recibidos. Además, ha aprovechado para anunciar que pronto publicará otro cuento, esta vez, sobre el amor entre dos mujeres: ‘La doncella y la princesa’.

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Según se explica en la descripción de los cuentos, uno de sus objetivos es «acelerar la aceptación y la inclusión de la comunidad LGTBI«. Un verdadero acierto que, esperemos, sirva de ejemplo.

WHEN&WHERE

CINCO ADOLESCENTES ESPAÑOLAS, FINALISTAS MUNDIALES CON UNA APP PARA PROTEGER A LAS MUJERES EN LA CALLE

Tienen entre 15 y 16 años y han creado ‘When&Where’, una aplicación que detecta cualquier imprevisto en un trayecto, como una parada brusca o un desvío del camino.

Son compañeras de un instituto de Móstoles (Madrid) y amigas entre sí, y se han basado en casos que les han marcado, como los asesinatos de Laura Luelmo, Diana Quer o Mara Castilla.

Marta (nombre ficticio) y sus amigas han salido de fiesta este fin de semana. Es verano y celebran que la han hecho indefinida en el trabajo tras pasar el periodo de prueba. Han ido a cenar y después a tomarse unas copas. Cuando el reloj marca casi las cinco de la mañana, se despiden para irse a su casa. «Avísame cuando llegues», se dicen una noche más. Cada una va a un punto de la ciudad y se separan en el centro, para esperar a su transporte correspondiente. Mientras viene, las chicas siguen hablando entre ellas por WhatsApp.

El autobús llega deprisa y Marta se sube. Se sienta cerca del conductor para sentirse más segura. La calma se le acaba cuando aparece un hombre que no le gusta: lleva unas cuantas copas de más y va hablando solo. «Hay muchas paradas, no se va a bajar justo en la mía», intenta tranquilizarse. Con las llaves en la mano desde que se despidió de sus amigas, la chica se baja del autobús. El hombre que no le gusta continúa, pero en su calle hay un grupo de jóvenes que no le inspiran confianza. Por su cabeza pasan miles de escenas horribles en las que no se quiere imaginar.

«Todas hemos sentido el miedo a ser atacadas alguna vez». Lucía Fernández ha estudiado cuarto de ESO en el IES Velázquez de Móstoles (Madrid) y, junto a sus compañeras y amigas Paula Fernández, Nuria Villoria, Sandra Caamaño y Lucía Adrián, ha diseñado ‘When&Where’ (en español, ‘Cuándo y Dónde’, una aplicación para acompañar a las mujeres en su camino de vuelta a casa o en su trayecto a algunos lugares.

«Quisimos hacer algo que nos sirviese de ayuda. Un apoyo para nosotras que pudiéramos utilizar en el día a día. Cuando nos propusieron el proyecto, estaba muy reciente el asesinato de Laura Luelmo. Nos hemos basado en casos que nos han marcado, como el de Diana Quer o el de Mara Castilla, en México», relata Lucía Fernández .

Las creadoras de la App When&Where

Entre 2012 y 2018, las denuncias por agresión y abuso sexual aumentaron casi un 60%. «Para nosotras ‘When&Where’ es un apoyo y una seguridad extra que queremos ofrecer. Podrá ayudar a evitar un ataque antes de que se produzca», dicen.

La aplicación, que han desarrollado en solo dos meses, la han podido crear gracias al concurso Technovation Challenge, que cada año permite a chicas de entre 10 y 18 años presentar proyectos sobre tecnología, para así tratar de reducir la brecha de género que existe en este campo.

En la edición de 2019 participaron más de 7.200 jóvenes procedentes de 57 países de todo el mundo. Las madrileñas llegaron a la final, que se ha celebrado este mes de agosto en San Francisco. Allí se enfrentaron a cinco equipos: Kazajistán, Albania, Brasil, EEUU e India. «No ganamos, pero la experiencia ha sido increíble y única«, cuenta Fernández.

 

GEZELLIGHEID

Gezelligheid es una palabra que usan los holandeses para indicar una deliciosa sensación de calidez y familiaridad que hace que nos sintamos protegidos y satisfechos.

Esta palabra la suelen usar para expresar momentos singulares de intimidad con familiares y amigos, aunque también pueden experimentar esta bonita sensación en cualquier lugar donde les hagan sentirse como en casa.

Se acerca el nuevo curso escolar, y como casi todos los inicios de cualquier cosa están cargados de ilusión, de espera, de impaciencia, de miedos…

Este nuevo inicio de curso, deseo a todo el profesorado que llene sus aulas de Gezelligheid,  y que  se conviertan en esos lugares mágicos los cuales nos gusta recordar y volver con ilusión cada día.

Deseo que todas las aulas se llenen de sorpresas, y que estas duren todo el curso  para que nuestro alumnado no pierda nunca la ilusión y la motivación por aprender.

Deseo que se llenen de risas para compartir nuestra alegría y nuestras ganas por vivir, y aunque llegarán momentos tristes, poder enseñarles a salir de ellos.

Que se llenen de detalles bonitos para cuidar y cuidarnos, detalles sencillos y a la vez grandes que nos recuerden lo bonito que es amar y ser amados. Un buenos días, un abrazo, una nota en la agenda…

Que se llenen de respeto, respeto a la diferencia, respeto a cada uno de nuestros alumnos y a las alumnas, respeto a las familias, respeto a nuestro planeta y respeto a la vida.

Que se llenen de pasión por aprender y de pasión por enseñar.

Deseo que este curso 2019/2020 esté lleno de sentimientos Gezelligheid y que cuando los niños, las niñas y los jóvenes recuerden sus escuelas y aulas las recuerden con una bonita sonrisa en sus rostros y en sus almas.

Lidón Blanch Pascual