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LA CONVIVENCIA EN NUESTRO CENTRO EDUCATIVO.

Posted by on Abr 24, 2000 in Opinión (Revista 3) | 0 comments

DATOS DE CARÁCTER GENERAL

–          Curso: 99/00

–          Título :” La convivencia en nuestro centro escolar”

–          Responsable: Pedro Guillén santana

–          Centro de destino: IES Sta. Mª de Guía

–          Área/as. Todas.

–          Nº de Profesores/as Participantes: 19

¿Cómo surgió la necesidad de formar este grupo de trabajo?

Con la incorporación de la ESO al centro comenzaron a aparecer situaciones conflictivas que, aunque antes también podían existir, ahora se manifestaban con mayor frecuencia. Un grupo de profesores y profesoras decidieron hacer frente a esta situación problemática, teniendo claro desde el principio que la respuesta debía tener un carácter global, es decir, procurar abarcar todos los colectivos que intervienen en la actividad educativa (familias, profesorado y alumnado). Concretamente, este grupo de trabajo se planteó con los siguientes objetivos:

1)      Elaborar un modelo de convivencia consensuado por la comunidad educativa;2) Lograr una mayor implicación de todos los estamentos que forman la comunidad educativa; 3)Apoyar y potenciar la acción tutorial y 4) Conocer a fondo las situaciones conflictivas que se están viviendo y actuar para prevenirlas.

 

¿Repercute el proyecto en el resto del profesorado del centro?

Cualquier acción que el Grupo ha llevado a cabo y que incida directamente en la vida del  centro, procuramos ponerla en conocimiento del resto del profesorado, unas veces mediante los órganos colegiados o a través de reuniones informales convocadas al afecto. Además, por las características del proyecto, también procuramos informar al alumnado y a las familias.

¿Incide el proyecto en el aula?

Evidentemente, ya que el tema de los conflictos y de la disciplina está permanentemente presente en el aula. Por tanto, los acuerdos de actuación se llevan a la práctica para probar su eficacia, tanto aquellos relacionados con las tutorías como los que atañen a todo el equipo educativo de cada grupo de alumnos.

Ventajas y desventajas de contar en el centro con un proyecto.

Desde el principio tuvimos claro la dificultad que entraña abordar este tema, con el que debemos tener paciencia y no precipitarnos, dando pequeños pasos de avance. Sabemos que la solución no puede ser a corto plazo, por la cantidad de variables (internas y externas al centro) que intervienen en él, y por tanto, somos conscientes de que hemos iniciado un trabajo que habrá que continuar en cursos posteriores.

Por otra parte, al ser las reuniones de trabajo fuera del horario lectivo, se produce una intensificación laboral del profesorado que participa en el proyecto, lo que retrae la participación del claustro. Por otro lado, el tener un espacio donde se suscite el debate, se confronten opiniones entre compañeros de trabajo, además de constituir una formación personal en sí mismo, nos acerca en nuestra labor común y mejora las relaciones personales.

Por último, creemos que el proyecto ayuda a la planificación y desarrollo de los proyectos educativo y curricular del centro.

Relación de algunas actividades que se han realizado hasta la fecha (febrero 2000):

–          Planificación de reuniones para el curso 99/00 y reparto de responsabilidades

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Educación intelectual versus educación emocional?

Josefa Sánchez Doreste es la Coordinadora de un Grupo de Trabajo que está realizando una interesante labor de investigación sobre la impor­tancia de la edu­cación de las emociones y su incidencia en el aula.

¿Qué les llevó a presentar el nombre del Grupo en términos de interrogación?

Toda pregunta espera una respuesta. Nosotros queremos resaltar que es tan importante la educación intelectual como la emocional, ambas son complementarias e igualmente necesarias.

¿Cuántos profesores trabajan en la investigación?

El Grupo lo formamos doce profesores; diez personas pertenece­mos al Claustro del I.E.S. Isabel de España, los  dos restantes al l.E.S. Politécnico de Las Palmas y al I.E.S. Nueva Isleta respectiva­mente.

¿Cuánto tiempo lleva el proyecto funcionando?

Empezamos a reunimos el pasado mes de Septiembre.

¿Cómo surgió la necesidad de formarlo?

El grupo surge de una iniciativa personal, como resultado de meses de investigación. El pasado mes de octubre participé, con una comunicación, en las II Jornadas sobra La Educación en Canarias, realizadas por el Seminario de Humanidades Agustín Millares Carló del Centro Asociado U.N.E.D., en el C.I.C.CA. En mi inter­vención yo defendía la importancia de la educación de las emo­ciones, a la vez que invitaba a los docentes a abordar proyectos de investigación sobre las mismas. En ese momento decidí aceptar mi propia invitación y formar un grupo de trabajo. Nuestro grupo pretendía dar respuesta a preguntas que todos los docentes nos formulamos. Preguntas tales como: ¿Qué está pasan­do en las aulas? La agresividad, el pasotismo de muchos de nues­tros alumnos, el absentismo, etc. ¿a qué se deben? Estamos traba­jando para intentar dar respuestas. Pero he de reconocer que el grupo se encuentra muy satisfecho con los resultados de las inves­tigaciones. Detrás de cada conflicto escolar se encuentra siempre un problema de índole emocional. Caminamos despacio, pero fir­mes y seguros. Me gustaría señalar que el grupo está formado por profesores de los distintos Seminarios de áreas: Lengua y Literatura Españolas, Matemáticas, Geografía e Historia, Biología, Inglés, Física y Química, Religión y Tecnología. Se trata de abordar la educación emocional de los alumnos desde todas las disciplinas, utilizando los contenidos de la educación intelectual como herra­mientas para el desarrollo de la educación emocional. Sólo así podremos hablar de educación integral, principal objetivo de la L.O.G.S.E. Hubo profesores interesados que por cuestiones de horarios no pudieron sumar­se. Sólo pude ofertarlo a docen­tes de los turnos de tarde y noche, ya que las sesio­nes de trabajo se iban a desarrollar por las mañanas.

¿Qué incidencia tiene el proyecto en el aula?

Hasta el momen­to, hemos analizado situaciones concretas que se han venido desarrollando a lo largo del curso. Reflexionamos sobre nuestra actuación y sobre las distintas solu­ciones que se podrían haber tomado. Aunque, de momento, no tenemos unas actividades específicas, el profesorado, de forma espontánea e intuitiva, está atendiendo los conflictos que le surgen día a día adoptando una actitud diferente. Ante una falta de disciplina grave, en clase, adoptamos una acti­tud diferente a lo que veníamos tomando hasta ahora. Tratamos de evitar caer en una espiral de tensiones. Esperamos a que el alumno esté calmado, a la vez que nosotros, para abordar el tema, reflexionar sobre el mismo y buscar posibles soluciones. El educar no es sancionar sino dar pautas de comportamiento. Pretendemos dar respuesta al planteamiento de Jacques Delors, en su informe a la U.N.E.S.C.O., aprender a ser y aprender a vivir juntos y que responde al conócete a ti mismo socrático. Nuestro proyecto persigue la educación emocional, tanto del pro­fesor como del alumno. El profesor deberá cambiar su perfil., deberá reflexionar y responderse a muchas preguntas: ¿Cómo me siento en el aula? ¿Cómo me veo a mí mismo? ¿Cómo veo a mis compañeros-alumnos? ¿Circula una corriente de empatía entre mis alumnos y yo? Por otra parte, con nuestra ayuda, los alumnos deberán dar respuesta o sus propias preguntas. Estamos elaborando un material de aplicación en el aula.

¿Cuáles son las ventajas y las dificultades de realizar esto traba­jo de grupo?

Resulta muy positivo el trabajo conjunto de docentes de todas las edades; los más jóvenes necesitan de la experiencia de quienes lle­van muchos años en las aulas, los más avezados también se enri­quecen con esa corriente de aire renovador de los primeros. La mayor dificultad que hemos tenido que afrontar ha sido el no poder contar con los ponentes necesarios en el momento adecua­do. De todas formas es un problema de difícil solución, pero no por ello imposible de superar. Estamos sólo al comienzo de lo que será una ardua investigación, que nos llevará, como mínimo, otros tres años. Los resultados que pretendemos conseguir no son observa­bles a corto plazo. Es más, estamos en vías de desarrollarlo como Proyecto Europeo con centros educativos de Francia y Bélgica.

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