Muchas veces, desde el aula de música hemos intentado enseñar canciones a los alumnos en otro idioma distinto al de nuestra lengua materna. De la misma manera, desde el aula de inglés intentamos enseñar melodías a nuestros alumnos.
En uno y otro caso, con frecuencia nos vemos con dificultades recíprocas que se derivan bien de la complejidad rítmico-melódica, bien de los inconvenientes en la pronunciación.
En la búsqueda de una solución interdisciplinar que pudiera superar los obstáculos para los especialistas de ambas áreas de conocimiento, iniciamos la experiencia que seguidamente les presentamos.
Decidimos formar el Grupo de Trabajo que llamamos “I want to learn with songs”.
Nuestro primer paso, como en todo proceso de investigación, consistió en establecer los objetivos que concretamos en los siguientes:
1º Crear canciones en inglés, con un nivel progresivo tanto musical como de vocabulario, para los distintos niveles de la Educación Primaria.
2º Elaborar para el estudio de cada tema en concreto, un material práctico y específico que ayude a su mejor comprensión y asimilación.
A continuación, una vez elegido el nivel, comenzó la lluvia de ideas para crear un eje organizador que nos sirviera como nexo de unión entre ambas áreas y así crear cada una de las unidades didácticas.
El primer eje organizador fue “el cuerpo humano como instrumento sonoro” y esto nos llevó al título de nuestra primera Unidad Didáctica:
“Los sonidos de mi cuerpo” (“The sounds of my body”).
Elegimos dicho eje organizador como primer recurso, pues creímos que era de especial importancia, que el/la alumno/a conociera su cuerpo y supiera el vocabulario correspondiente en inglés para nombrar las partes del cuerpo y, por supuesto mediante el reconocimiento de su propio cuerpo, descubriera las posibilidades sonoras que tiene.
Por ello, el objetivo a alcanzar con la Unidad era despertar el interés de los alumnos por las posibilidades sonoras de su cuerpo, así como la posibilidad de poderlo expresar en una lengua diferente a la propia.
Se pretendía a su vez, desarrollar a través de estas áreas, el sentido del oído, intentando potenciar en el alumno la capacidad de distinguir entonaciones y ritmos diversos, ya que es sabido que en la lengua inglesa es fundamental distinguir las diferentes entonaciones, dado que una misma estructura cambia de sentido según la entonación.
Con mucho entusiasmo y curiosidad, nos pusimos manos a la obra y comenzamos a crear nuestros propios recursos y materiales. Repartimos las tareas por especialidad y como fruto recogimos composiciones propias, (música y letra), musicogramas, juegos, pasatiempos, fl ash cards, actividades escritas y orales, etc.
En todo momento, intentamos que las canciones y recursos didácticos creados fueran, ante todo, atractivos para el alumno y siempre partiendo del conocimiento y la experiencia de cada uno de los componentes que integran el Grupo.
Una vez elaborada la primera unidad didáctica, pudimos comprobar, en la práctica, que se puede aplicar en cualquier centro, coordinándose ambos especialistas ya que, a nuestro juicio, es una herramienta interesante que facilita el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En definitiva, y de forma personal, podemos concluir que la experiencia ha sido enriquecedora tanto a nivel de conocimientos como a nivel humano. Por ello recomendamos formar Grupos de Trabajo pues, con toda seguridad, irá en beneficio de toda la Comunidad Educativa.