No hay duda que la sociedad moderna, como la entendemos hoy en día, ha evolucionado y aún sigue haciéndolo de una forma que a veces nos cuesta asimilar. Una sociedad cambiante siempre es algo positivo y nos enriquece en muchos aspectos, aspectos que pueden ir desde la cultura hasta las mismas relaciones humanas.

Una sociedad que se considere moderna y desarrollada es aquella que asimila los cambios de una manera consecuente, sin caer en el tremendismo y en sentimientos protectores.

El análisis de nuestra sociedad nos lleva al tema de la emigración. Como sabemos, su actualidad es en ocasiones desbordante, pero no es un tema que aquí nos ocupe. Sin embargo, es nuestra reacción ante dicho fenómeno lo que si nos importa, sobre todo en los centros educativos que es, donde este fenómeno migratorio toma una importancia relevante.

La llegada de alumnado de tantas y diversas culturas (nos agrada más hablar de culturas que de nacionalidades) ha provocado que los centros educativos sufran una transformación inevitable. Así pues, la atención a este fenómeno nos ha hecho reaccionar con distintas posturas, actividades y proyectos.

Nuestra propuesta responde a esta necesidad social y cultural con la que nos estamos enfrentando. “MÉZCLATE CONMIGO” surgió como proyecto en el IES Doctoral, en el municipio de Santa Lucía, como un recurso educativo ante el problema que teníamos. En el curso 2001-02 el centro tenía alumnado que procedía de 17 distintas nacionalidades, muchos de ellos con un dominio del español muy escaso o nulo. La primera acción fue atender estas urgencias humanas y en ese primer curso se constituyó el grupo con el objetivo de sentar las bases para futuros cursos. Nuestras primeras actividades fueron la creación del “Aula de apoyo idiomático” dentro del plan de atención a la diversidad. El aula nace como un elemento esencial ante la realidad que cada vez es más preocupante y que en muchas ocasiones no hay una respuesta firme y contundente por parte de la comunidad educativa. La labor que asume esta aula es el aprendizaje del español en aquellos alumnos que la lengua española es la extranjera, pero además el grupo se propuso que la enseñanza del español no sólo se limitara a las horas destinadas al aula de apoyo idiomático, sino que tenía que ser una labor de todo el profesorado de las distintas disciplinas, y así lo recogimos en el proyecto.

Otro problema muy común en muchos centros es la incorporación de alumnado extranjero (en ocasiones sin dominio del español) ya iniciado el curso lo que supone un proceso de adaptación aún más traumático tanto para el alumno como para el profesorado. Así pues, una de las prime ras labores que realizó el grupo fue un protocolo de acogida, en el que se plantean pautas de actuación en distintos ámbitos del centro que son:

A. Desde la formalización de matricula

1. Grupo de adscripción, teniendo en cuenta:

a. Optatividad del alumnado,

b. Características del grupo y posibilidades de integración.

2. Cumplimentar un formulario con el historial de alumnado que se adjuntará al impreso de matricula, entregando una copia al tutor/a.

3. Información inmediata a los tutores/as del grupo al que se adscriba para:

a. Recabar información de la familia,

b. Informar al E.E. de la incorporación al grupo y las circunstancias del alumnado acogido,

c. Hacer la presentación en su grupo clase,

d. Asesorar al alumnado en el funcionamiento del centro,

e. Realizar actividades de integración como intercambio cultural.

4. Informar a las familias del funcionamiento del centro, normas generales y cauces de participación.

5. Actuaciones específi cas con alumnado no hispano-hablante.

B. Desde las actividades del centro

1. Realizar actividades de encuentros multiculturales.

2. Garantizar la inclusión de actividades interculturales en las celebraciones de carácter general

3. Tener en cuenta las fechas de relevancia para las distintas culturas que convivan en el centro, haciendo mención a las mismas.

4. Establecer actividades puntuales-integradoras.

Los formularios se realizaron en distintos idiomas, así como los indicadores que el centro dispone para facilitar una mejor integración (el protocolo desarrolla los apartados anteriores).

Con estas primeras actividades el grupo se fue formando y estableciendo en las acciones diarias del centro. La búsqueda de nuevas actividades que ayudasen la integración cultural y humana de todos los alumnos nos llevó a realizar murales sobre hechos y fechas del calendario claves y que nos facilitaran nuestra labor como sucedió con la festividad del Ramadán. En este caso elegimos esta fecha porque en el centro hay un alto número de alumnos magrebíes. También nos propusimos la conmemoración de la Navidad sin recaer en toques localistas para así darle una dimensión más internacional y, por lo tanto, enfocar el evento desde un punto de vista de la herencia cultural de cada país.

Por otro lado la aportación al tema de la interculturalidad no sólo ha sido aporte nuestro. Con la ayuda del ayuntamiento de Sta. Lucía organizamos en el centro unas jornadas de sensibilización sobre la inmigración que distintos cursos trabajaron el tema.

El trabajo realizado está ahí, a muestra de todos y con la esperanza de que en el futuro dé sus frutos. Sin embargo, los que formamos parte del proyecto “Mézclate conmigo” seguimos luchando para que la interculturalidad sea una realidad. El futuro, quizás, nos trae más trabajo y el cumplimiento de otros ideales como será la realización de unas actividades para el día de la tolerancia, como también conmemorar el día de la Constitución como texto de unión de este mundo multicolor.

Sin embargo, nuestro esfuerzo y el de muchos chocan muchas veces con la administración y la burocracia. Esta labor, y muchos estarán de acuerdo, lleva un tiempo y unas facilidades de las que muchos centros educativos no disponen. El trabajo, en muchas ocasiones, se convierte en empeño y dedicación. Por lo tanto, ante el problema que tenemos ante nuestros ojos sólo cabe una solución: que el esfuerzo sea conjunto, y no el de unos pocos.